Humberto Arnés, director general de Farmaindustria.
6 nov. 2017 19:20H
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“La investigación biomédica del futuro, ya del presente, es transversal, multicéntrica y globalizada. Y los centros y redes públicos de investigación, cuyo modelo cumple ahora 15 años, son un excelente ejemplo de cómo lograrlo”. Así manifiesta Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, su compromiso y el de la industria farmacéutica innovadora con este sistema de fomento de la I+D. Lo hizo durante su intervención en un acto conmemorativo celebrado este lunes en la Real Academia Nacional de Medicina de España, en el que destacó el compromiso de la industria farmacéutica con “hacer de España un lugar atractivo para invertir y hacer ciencia”.
Farmaindustria apostó desde el inicio por esta fórmula de gestión e impulso de la actividad investigadora en España, puesta en marcha por el Gobierno en 2002. Este compromiso de la industria farmacéutica con el modelo de investigación en Red se concretó con la creación del Fondo de Investigaciones Biomédicas, dotado con 300 millones de euros para el periodo 2002-2004, y gestionado por el Instituto de Salud Carlos III. Esta financiación tuvo su continuidad a través de la parte que el Gobierno destina al Instituto –más del 50 por ciento- de la aportación anual de la industria del 2 por ciento de la facturación al SNS. En 2016 esta aportación superó los 80 millones de euros. Es con ese fondo con el que, en buena medida, se ha financiado en estos años la actividad de los distintos Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER) y Redes Temáticas de Investigación Cooperativa en Salud (RETICS).
El de las Redes es un sistema que se retroalimenta con la propia naturaleza innovadora de la industria farmacéutica. “Somos el sector industrial líder en inversión en actividades de I+D. La industria farmacéutica innovadora invirtió el año pasado en España 1.085 millones de euros en investigación biomédica. En estos 15 años, la suma de ese compromiso inversor ha sido de más de 13.500 millones de euros“, precisó Arnés. Y buena parte de esa inversión es en colaboración con hospitales y centros de investigación públicos y privados. Así, de los 1.085 millones de euros invertidos en actividades de I+D el año pasado, casi la mitad (493) se invirtió en proyectos colaborativos, dedicados en su mayoría al desarrollo de ensayos clínicos.
Plataforma
En cualquier caso, la apuesta de la industria farmacéutica por la colaboración en materia de investigación va más allá de la inversión económica, y se concreta en una serie de iniciativas orientadas a impulsar el trabajo colaborativo público-privado en España. En este sentido, y también en 2005, Farmaindustria puso en marcha, con el apoyo institucional del entonces Ministerio de Ciencia y Tecnología y el CDTI, la Plataforma Española de Medicamentos Innovadores, una iniciativa paraguas que da cobertura a los distintos programas de la Asociación para el fomento de la investigación biomédica en España (BEST, Farma-Biotech y otros). Sus objetivos son fomentar la cooperación público-privada en el desarrollo de proyectos de I+D, resolver obstáculos en la I+D de medicamentos, facilitar la transferencia y explotación de conocimientos y tecnologías y revitalizar el entorno de la I+D biofarmacéutica para incrementar la competitividad, el valor añadido y la generación de riqueza.
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