Eduardo Ortega Socorro / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
A pesar de que la reforma de la Ley del Medicamento (que terminó su trámite parlamentario el miércoles) dictaminará que la competencia de decidir cuándo hay equivalencias terapéuticas pertenece a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), su uso sigue siendo objeto de debates y desencuentros. De hecho, César Hernández, jefe de Medicamentos de Uso Humano del órgano, considera que estas herramientas no se deberían “formalizar”, dado que se han venido utilizando con regularidad por parte de los clínicos, y las considera útiles “para generar competencia de precios” en medicamentos protegidos por patente.
César Hernández, jefe de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps; Santiago Rabanal, gerente del Hospital Universitario de Cruces; Alfredo Milazzo, presidente de la Fundación Ad Qualitatem; Juan Jesús Cruz, presidente de la SEOM; Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria; Joaquín Estévez, secretario general técnico de la Fundación Ad Qualitatem, y José Luis Poveda, presidente de la SEFH. |
Parecida visión comparte José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. “Hay demasiado ruido alrededor de algo que es habitual en la práctica clínica diaria”. Considera que se debe mantener la flexibilidad sobre el uso de los equivalentes, “son un instrumento válido que nos permite ahorro manteniendo los resultados en salud”. Asegura: “No creo en las imposiciones, sino en un modelo de decisión. Y este no es ni bueno ni malo, sino una herramienta de eficiencia”.
Con todo, ambos clínicos indican que ante problemas como “el desarrollo de concursos”, si puede ser necesaria la regulación que se prevé de las equivalencias. “No pueden ser una herramienta descentralizada. Introduciría elementos negativos sobre el mercado único”, advierte Hernández.
Por ello añade que “hay que fijar una base científico técnica”, señala , y desearía que hubiera más ensayos clínicos de comparación “directa” entre productos, y que no las equivalencias no se tuvieran que comprobar con comparativas indirectas.
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Gestores, a favor
Estas cuestiones se han abordado este viernes durante la jornada ‘¿Existe la equivalencia terapéutica? La opinión de los expertos’, que han organizado PSN y la Fundación Ad Qualitatem, con el patrocinio de Roche, en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en Madrid. En las ponencias, ha quedado claro que Administración y gestores aprueban el uso de los equivalentes como fórmulas para racionalizar el uso de medicamentos. “Son medidas relacionadas con la eficiencia, no con la crisis”, indica José Santiago Rabanal, gerente del Hospital de Cruces, en Vizcaya. Añade que, aunque no quiere entrar en el debate de si el empleo de estas herramientas impide la entrada de innovación, “liberan recursos que permitirán incorporar más recursos innovadores”.
En cambio, Juan Jesús Cruz, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), reitera su crítica a los equivalentes. “Si se disminuye el arsenal terapéutico, baja la capacidad de prescripción. Tenemos que ser muy prudentes a la hora de prescribir, pero también a la de restringir”. En este sentido, Povedo contesta: “La libertad de prescripción es un derecho, pero no un dogma de fe”.
Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria, comparte el punto de vista de Cruz, y pregunta si “de verdad hay consenso profesional respecto a los equivalentes terapéuticos”, que considera que rompen “un equilibrio en los precios que existía”.
César Hernández,Santiago Rabanal, Joaquín Estévez, José Luis Poveda, Juan Jesús Cruz y Emili Esteve. |