En el 63º Congreso de la Asociación Americana de Hematología se ha hablado de los nuevos avances en distintos ámbitos.
La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (
SEHH) ha celebrado la Reunión Nacional de Conclusiones del
63º Congreso de la Asociación Americana de Hematología. Se trata, tal y como asegura
Ramón García Sanz, presidente de la SEHH, de un “
foro formativo de referencia sobre los más recientes avances de los distintos ámbitos de la especialidad de
Hematología y
Hemoterapia, presentados y comentados por expertos nacionales, que nos ayudan a definir estrategias diagnósticas y terapéuticas adaptadas a nuestro entorno”.
El presidente de la SEHH ha querido recordar que “cerca de
70 hematólogos españoles pudimos acudir presencialmente a ASH 2021 para poner al día nuestros conocimientos”. La
terapia celular se ha convertido en la principal protagonista del Congreso de ASH en varias ramas. Por lo que respecta a la
medicina transfusional, un grupo de científicos de la
Universidad de Tokio ha ofrecido un ensayo clínico de
transfusión de plaquetas derivadas de células madre pluripotentes inducidas, en fase I.
La vocal de la SEHH, coordinadora de la Reunión Post-ASH y directora del Centro de Transfusión,
Cristina Arbona Castaño, ha afirmado que “a pesar de la enorme complejidad que conlleva la producción de este tipo de células, estos investigadores han conseguido producir
billones de plaquetas para uso clínico”.
En este mismo ensayo, se ha mostrado una
comunicación oral con la experiencia de un
paciente con
anemia aplásica al que le fueron transfundidas dichas plaquetas sin ningún acontecimiento adverso a lo largo de un año. Si estos resultados de seguridad se consolidan y se acompañan de resultados de eficacia clínica, como la prevención o el control del sangrado, estaremos ante uno de los avances más importantes de los últimos tiempos en medicina transfusional”, asegura la experta.
En este contexto sobre el
cáncer hematológico, la terapia celular ha vuelto a hacer
uso de las células CART-T. “Los primeros ensayos clínicos de fase III con terapia CAR-T en el tratamiento del linfoma B difuso de célula grande (LBDCG) muestran resultados discordantes a favor de su aplicación tras una primera recaída, lo que supondría adelantar su uso a la segunda línea de tratamiento por primera vez, si estos resultados se consolidan en el largo plazo”, afirma el jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario 12 de Octubre,
Joaquín Martínez López.
Innovación terapéutica sobre el linfoma B difuso de célula grande
La investigadora Arbona ha destacado el estudio de
fase III Polarix en
Lbdcg (Linfoma B Difuso de Célula Grande). “Ha alcanzado su objetivo primario, con una reducción del 27 por ciento del riesgo relativo de progresión de la enfermedad, recaída o muerte asociada”, explica. Si estos resultados se consolidan a largo plazo, “el polatuzumab R-CHP podría desplazar al R-CHOP y erigirse como tratamiento de primera línea frente al LDCGB, aunque el coste de tratamiento puede suponer un problema.
En relación con el aspecto totalmente diagnóstico, las
técnicas de
secuenciación masiva de nueva generación forman un
pilar elemental del diagnóstico hematológico, al igual que la biopsia líquida, que “está permitiendo un abordaje mucho más ajustado y preciso en los linfomas cerebrales primarios, tal y como se ha demostrado en ASH 2021”, asegura el especialista
Martínez López. Entre otros factores positivos, esta técnica “permite evitar procedimientos tan cruentos como la biopsia cerebral”. En nuestro país, seguimos pendientes de la implantación y generalización de ambas herramientas de diagnóstico en el Sistema Nacional de Salud.
En relación con las causas de los cánceres hematológicos, se ha generado el origen de las
neoplasias mieloides y su dinámica desde la aparición de la hematopoyesis clonal, un fenómeno común ligado con el envejecimiento en el que las células madre hematopoyéticas u otros progenitores de células sanguíneas tempranas, aportan a la formación de una
subpoblación genéticamente diferente de las células sanguíneas. Esto hito se ha logrado “con longitudinales de secuenciación a lo largo de mucho tiempo”, explica el experto, afirmando también que “se ha determinado cómo influye la presencia de diferentes mutaciones en la velocidad de progresión y malignización de dichas células”.
Nuevos avances sobre hemorragias en hemofilias graves
Dentro de la
hemofilia, el estudio multicéntrico de
fase III ATLAS-INH ha demostrado que añadir fitusirán (fármaco experimental contra la antitrombina que utiliza un mecanismo de interferencia conocido como
ARN de silenciamiento) reduce drásticamente las hemorragias, ya que “la mitad de los pacientes que lo recibieron no sufrieron ninguna y el 85 por ciento experimentó una reducción muy significativa de la tasa de hemorragias por año a lo largo de ocho meses de estudio”, asegura la doctora Arbona. Este
medicamento “supone un hito debido a que mejora considerablemente la
calidad de vida de los pacientes con hemofilia grave y se convierte en el primer fármaco que también demuestra su efecto en los pacientes con hemofilia B e inhibidores”.
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