Científicos del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC) han empleado la técnica de
edición de genes CRISPR-Cas9 para
eliminar el oncogén que produce la
leucemia mieloide crónica. El trabajo, publicado en la revista
Oncotarget, supone una vía alternativa para abordar este cáncer: la posibilidad de que
los enfermos puedan tratarse con su propia médula ósea después de que las células sean corregidas en el laboratorio,
sin necesidad de buscar un donante compatible.
Según explican los expertos, la técnica CRISPR-Cas9 permite corregir el genoma de cualquier célula mediante unas
proteínas denominadas
nucleasas, con las que se pueden realizar
cortes precisos.
Este procedimiento ha permitido suprimir un gen que induce la formación del cáncer –llamado
oncogén- en células de ratón. El resultado es que la célula revierte el fenotipo patológico a un fenotipo normal, lo que quiere decir que ya
no es capaz de crecer indefinidamente
ni formar tumores.
Habría que
extraer células madre tumorales de la médula ósea del paciente,
corregirlas en el laboratorio y
reintroducirlas. Hoy en día, lo más difícil a la hora de afrontar la leucemia mieloide crónica es encontrar un donante compatible para realizar un trasplante de médula ósea, pero mediante esta terapia no sería necesario, puesto que se abordaría con un
autotrasplante.
En la actualidad, el tratamiento para la
leucemia mieloide crónica se basa en
fármacos que se dirigen a inactivar una oncoproteína, es decir, la proteína expresada por el oncogén, pero
no acaban con el origen de la enfermedad. Además, son tratamientos largos, caros y que generan resistencias.
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