En otros servicios nacionales de salud se calcula que ronda el 4% del presupuesto



16 ene. 2014 14:56H
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Redacción. Madrid
Si bien la colaboración entre los gestores sanitarios y proveedores ha sido siempre necesaria, “en el marco económico actual lo es mucho más aún, con el fin de conseguir que el acceso a la innovación por parte de los pacientes sea rápida y equitativa y teniendo en cuenta que estamos obligados a mejorar la sostenibilidad, y, en consecuencia, la eficiencia y efectividad”, ha explicado Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).

Ésta es, precisamente, la base del acuerdo de colaboración que esta Sociedad y la compañía Smith&Nephew han firmado en Madrid y por el que trabajarán en pro de la gestión directiva para contribuir a garantizar el sostenimiento del sistema sanitario, la mejora de la calidad asistencial y los resultados en salud.

El presidente de Sedisa, Joaquín Estévez, y el director general de Smith&Nephew en España, Carles Ferrer.

Según Carles Ferrer, director general de Smith&Nephew en España, “por medio del acuerdo de colaboración con Sedisa, asumimos el firme compromiso de buscar fórmulas de colaboración con los gestores sanitarios para conseguir reducir, en concreto, el impacto humano y el coste económico de las heridas”. A este respecto, el coste económico de éstas puede valorarse en millones de euros y, según datos publicados por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, en inglés National Health Service), en la actualidad puede llegar a suponer hasta el 4 por ciento de los costes totales del sistema sanitario.

Sin embargo, a pesar de la relevancia económica, los responsables en gestión sanitaria encuentran grandes dificultades para evaluar y controlar el coste real de las heridas y sus complicaciones, dado que es difícil contemplar gastos indirectos como días de hospitalización y horas de Enfermería, que pueden llegar a suponer hasta el 85 por ciento del coste total real de las heridas.

“Se ha demostrado que el coste total de las heridas puede reducirse de forma muy considerable mediante estrategias de prevención y el correcto uso de terapias avanzadas basado en las mejores prácticas”, ha señalado Ferrer.

Por otra parte, tal y como ha puntualizado el presidente de Sedisa, “el presente acuerdo suscribe nuestro compromiso con la gestión eficiente, basada en datos contrastados y con el fin de lograr mejores resultados en salud”, y ha añadido que “es tarea de todos los agentes del sector sociosanitario mejorar el sistema y hacerlo más sostenible a medio y largo plazo y, sin duda, este tipo de colaboraciones ayudan a preservar un sistema sanitario público eficaz, equitativo, solvente, y mucho menos vulnerable ante futuras crisis”.

Asimismo, en palabras del director general de Smith&Nephew en España, “si simplemente se busca la reducción del gasto sanitario mediante la disminución de los costes unitarios de los tratamientos, no sólo no estaremos abordando la parte principal del problema, sino que esto podría repercutir en una disminución de la calidad asistencial y de los materiales empleados, incurriendo en un aumento de los costes totales”.

Impacto socioeconómico de las heridas

Según datos europeos publicados en 2009, entre el 25 por ciento y el 40 por ciento de las camas hospitalarias están ocupadas por pacientes con heridas. En Atención Primaria, el cuidado de heridas abarca más del 50 por ciento de todos los recursos. De forma añadida, las heridas (crónicas o posquirúrgicas) no representan sólo un problema aislado para los pacientes (dolor, sufrimiento, infección, discapacidad, amputación o, incluso, muerte) y para los centros y administraciones sanitarios, sino que, además, pueden poner en serio compromiso otros problemas de salud, como la recuperación de intervenciones quirúrgicas rutinarias o la evolución de enfermedades crónicas como la diabetes y otras patologías relacionadas con el envejecimiento de la población.

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