Ésta es, precisamente, la base del acuerdo de colaboración que esta Sociedad y la compañía Smith&Nephew han firmado en Madrid y por el que trabajarán en pro de la gestión directiva para contribuir a garantizar el sostenimiento del sistema sanitario, la mejora de la calidad asistencial y los resultados en salud.
El presidente de Sedisa, Joaquín Estévez, y el director general de Smith&Nephew en España, Carles Ferrer. |
Según Carles Ferrer, director general de Smith&Nephew en España, “por medio del acuerdo de colaboración con Sedisa, asumimos el firme compromiso de buscar fórmulas de colaboración con los gestores sanitarios para conseguir reducir, en concreto, el impacto humano y el coste económico de las heridas”. A este respecto, el coste económico de éstas puede valorarse en millones de euros y, según datos publicados por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, en inglés National Health Service), en la actualidad puede llegar a suponer hasta el 4 por ciento de los costes totales del sistema sanitario.
Sin embargo, a pesar de la relevancia económica, los responsables en gestión sanitaria encuentran grandes dificultades para evaluar y controlar el coste real de las heridas y sus complicaciones, dado que es difícil contemplar gastos indirectos como días de hospitalización y horas de Enfermería, que pueden llegar a suponer hasta el 85 por ciento del coste total real de las heridas.
Asimismo, en palabras del director general de Smith&Nephew en España, “si simplemente se busca la reducción del gasto sanitario mediante la disminución de los costes unitarios de los tratamientos, no sólo no estaremos abordando la parte principal del problema, sino que esto podría repercutir en una disminución de la calidad asistencial y de los materiales empleados, incurriendo en un aumento de los costes totales”.
Impacto socioeconómico de las heridas
Según datos europeos publicados en 2009, entre el 25 por ciento y el 40 por ciento de las camas hospitalarias están ocupadas por pacientes con heridas. En Atención Primaria, el cuidado de heridas abarca más del 50 por ciento de todos los recursos. De forma añadida, las heridas (crónicas o posquirúrgicas) no representan sólo un problema aislado para los pacientes (dolor, sufrimiento, infección, discapacidad, amputación o, incluso, muerte) y para los centros y administraciones sanitarios, sino que, además, pueden poner en serio compromiso otros problemas de salud, como la recuperación de intervenciones quirúrgicas rutinarias o la evolución de enfermedades crónicas como la diabetes y otras patologías relacionadas con el envejecimiento de la población.