Redacción. Valencia
Una investigación realizada en la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH), a cargo de Luis Mifsut, médico del SAMU y profesor de Medicina de la institución, considera que la aplicación desde 2012 del denominado
código infarto en los servicios de emergencias de la provincia de Valencia ha mejorado la praxis clínica, siguiendo las recomendaciones internacionales, aunque se ha reducido el uso de algunos recursos terapéuticos.
Luis Mifsut, médico del SAMU y profesor de Medicina de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
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El estudio, tesis doctoral Mifsut, ha analizado la aplicación del
código infarto en los servicios de emergencias sanitarias y ha comparado la priorización en la atención y la idoneidad del tratamiento urgente a pacientes con síndrome coronario agudo, antes y después de la implantación de este código en 2012.
Según el profesor de la CEU-UCH autor de la investigación, resulta “conveniente su revisión periódica para adaptar estrategias como las fármaco-invasivas y tratamientos acordes con la evidencia científica actual”.
En el estudio, a partir de la dirección de la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de esta Universidad, Alicia López Castellano, y el profesor Carlos Gener, el también docente Luis Mifsut sostiene que “para atender eficazmente el síndrome coronario agudo es necesario generar procedimientos que permitan diagnosticar de forma rápida la enfermedad grave y priorizar los tratamientos necesarios en ese momento, para aplicarlos en el menor tiempo posible”.
Así, códigos como el analizado en su investigación, “son procedimientos de trabajo multidisciplinar, con profesionales de diferentes especialidades sanitarias implicados, que permiten dar al paciente el tratamiento que precisa rápidamente, reduciendo su mortalidad”.
En su investigación, el profesor de la CEU-UCH Luis Mifsut ha estudiado los tratamientos del Servicio de Emergencias Sanitarias (SES) en dos periodos distintos: en 2008, antes de la aplicación del
código infarto, y en 2013, un año después de su implantación en la provincia de Valencia.
“Este nuevo procedimiento tiene en cuenta, no únicamente el tratamiento sintomático del síndrome coronario agudo, sino también las técnicas de reperfusión temprana, es decir, la restauración del suministro sanguíneo al tejido cardiaco isquémico”, ha indicado.
En la actualidad, este código es aplicado por el servicio de emergencias sanitarias en la Comunidad Valenciana. En la provincia de Valencia se cuenta con 19 unidades de soporte vital avanzado y helicópteros con personal médico y de enfermería, expertos en emergencias.
Perfil del paciente y tratamientos
La tesis compara las características de los pacientes atendidos en los dos periodos analizados, 2008 y 2013, contemplando variables como la edad, sexo, factores de riesgo cardiovascular, tipo de dolor, asociación de cortejo vegetativo, localización del infarto y tiempo que transcurre desde que el paciente comienza la sintomatología hasta que demanda la asistencia médica.
La investigación del profesor de Medicina de la CEU-UCH estudia también el soporte sanitario prestado, teniendo en cuenta factores como el tiempo desde la alerta hasta la llegada de la asistencia o primer contacto médico, la asistencia sanitaria prestada, los tratamientos, el tiempo de transporte desde el punto de actuación hasta el hospital de referencia y las complicaciones durante el desplazamiento.
Según Mifsut, “el estudio de estos dos grupos de parámetros ha permitido analizar la evolución en cinco años del perfil prehospitalario de los pacientes con síndrome coronario agudo en la provincia de Valencia y los tiempos invertidos en su estabilización y tratamiento hasta su transferencia hospitalaria”.
Comparando los dos periodos estudiados, correspondientes a los años 2008 y 2013, el perfil del paciente atendido en el hospital, centro de salud o SAMU, “no manifiesta diferencias estadísticamente significativas en cuanto a grupos de edad y factores de riesgo, transcurridos cinco años”.
“Sin embargo, en 2013 existe un mayor número de pacientes que alertan directamente al SAMU sin pasar por los centros de salud, siendo éste uno de los motivos importantes en la reducción de los tiempos de alerta o el tiempo desde el inicio de la sintomatología, lo que permite tratamientos más precoces”, ha descrito.
La investigación de Mifsut ha concluido que la implantación del
código infarto en la provincia de Valencia ha permitido mejorar la praxis clínica, siguiendo las recomendaciones internacionales, aunque son necesarias revisiones periódicas de este procedimiento.
Mejoras pero falta de algunos recursos
“A pesar de la mejoría con respecto a 2008, en 2013 se detecta una falta de utilización en algunos recursos terapéuticos, como la administración rutinaria de ácido acetil salicílico, doble antiagregante, analgesia y utilización de la fibrinolisis o disolución enzimática de coágulos”, cuando está indicada. “También se observa necesario utilizar estrategias fármaco invasivas con la fibrinolisis muy precoz y coronariografía sistemática tras la fibrinolisis, realizando una intervención coronaria percutánea en los casos en los que sea necesario”, ha precisado.
El análisis y la revisión constante de estos protocolos es de gran importancia, según señala el profesor Mifsut, sobre todo si tenemos en cuenta que el síndrome coronario agudo es la principal causa de morbimortalidad en el mundo, al causar más de siete millones de muertes cada año, de las que más de 740.000 se registran en los países de la Unión Europea.
“En España, se espera un aumento progresivo de los casos, superando los 100.000 por año, debido al aumento de la edad media de supervivencia de esta patología y al envejecimiento de la población”, ha precisado.
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