Redacción Médica junta a cuatro residentes, que ponen fin a su etapa formativa para dar el salto a la vida laboral



28 may. 2019 18:00H
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El sistema de Formación Sanitaria Especializada del Sistema Nacional de Salud (SNS), a través del cual cada año dota de los conocimientos necesarios para ejercer a más de 8.000 especialistas, puede presumir por ser uno de los mejores del mundo. Así lo reconocen los propios residentes que durante estos últimos años han desarrollados las cualidades necesarias y suficientes para desembarcar en cualquiera de las tareas que requiera su especialización. Médicos, enfermeros, psicólogos, farmacéuticos de hospital, etc. ponen ahora fin a la que es “la mejor etapa de nuestras vidas” pero a la que también ponen una 'pega' principal: entre todos los conocimientos adquiridos no hay ninguno relacionado con el salto a la vida laboral.

¿Cómo podrían resumir estos últimos años de formación como profesionales del Sistema Nacional de Salud?

Claudia García, R5 de Cirugía Oral y Maxilofacial en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid: Son cinco años de formación muy bien estructurados, donde tenemos una visión muy amplia de todo lo que es nuestra especialidad y sobre aquello a lo que nos vamos a dedicar en un futuro. Sí que es verdad que hay algunas rotaciones que, o bien las recortaría o las sustituiría por otras. Estoy muy satisfecha con mi periodo de residencia MIR, con mi hospital, con los docentes que he tenido y creo que salimos muy bien preparados para enfrentarnos al futuro.

Desde el punto de vista de la Farmacia Hospitalaria, ¿cómo ha sido esa evolución?

Manuel Murillo: "No es justo que el 92 por ciento de los tutores no cobren ningún tipo de remuneración". 

Manuel Murillo Izquierdo, R4 de Farmacia Hospitalaria del Hospital Virgen Macarena de Sevilla: En mi caso, esa evolución ha sido también muy positiva. En la carrera de Farmacia, la faceta de farmacéutico hospitalario es más desconocida. Por ejemplo, yo no hice las prácticas en un hospital. Decidí presentarme al FIR porque tenía esa ilusión, pero una vez que me introduje en el hospital fue una experiencia inolvidable. ¿Por qué? Porque ves muchas cosas distintas, a los pacientes, la labor de trabajo conjunta con el médico, que quizás a lo mejor se ve menos en la oficina de Farmacia. Y sobre todo los compañeros. El FIR es una carrera de fondo que, aunque parezca que son cuatro años, realmente se pasa en nada, y sin duda una experiencia muy positiva.

¿Cómo son esos dos años de formación en Enfermería?

Paula Somoza Rodríguez, Residente de último año de Enfermería Familiar y Comunitaria en el Hospital Universitario de Guadalajara: Para mí ha sido una experiencia muy buena. En mi caso, yo me formo en Enfermería Familiar y Comunitaria y en este campo se te permite conocer al paciente en todas sus dimensiones; podemos conocer a su la familia, la comunidad donde vive y te permite darle un trato más cercano. Además de las rotaciones en el centro de salud, que es donde estamos la mayoría del tiempo, sí que es verdad que pasamos por numerosos Servicios del hospital porque van a ser a los que tú si ves alguna complicación vas a tener que derivar al paciente.

Y volvemos a la Medicina con Belén Gutiérrez que termina ahora Interna. ¿Con qué se quedaría de estos años de especialización?

Belén Gutiérrez, R5 de Medicina Interna en el Hospital La Paz de Madrid: La verdad es que la Medicina Interna es una especialidad global. A lo largo de estos cinco años es difícil estructurar el conocimiento de tal forma que lleguemos a abarcar todo lo que tenemos que abarcar. Sin embargo, creo que el resto de hospitales se ajustan bastante al programa formativo. Desde mi punto de vista me quedaría sobre todo con el gran crecimiento profesional que he tenido. El cómo llegas a atender al paciente en toda su globalidad, cómo llegas a aprender a comunicarte con el paciente, a dar malas noticias. Y luego sobre todo a nivel del crecimiento humano, al poder contactar con tantas especialidades distintas, tales como quirúrgicas o el contacto con la Enfermería también que nos ayudan a cuidar al paciente.

Supongo que en función de la especialidad o la titulación en la que cada uno se ha formado, el desembarco en el hospital es diferente, pero ¿cómo la resumirían?

Claudia García: "Estoy muy satisfecha con mi periodo de residencia MIR, con mi hospital y con mis tutores". 

Claudia García: En el caso de Cirugía Oral y Maxilofacial, la llegada no fue fácil. Llegas a estrenarte en la especialidad, porque el contacto en las prácticas es muy escaso. Pero afortunadamente estás rodeado de profesionales que te están guiando, que te están ayudando, de residentes que te van a apoyar. Es una experiencia muy positiva.

Manuel Murillo: Sobre esa llegada y esa formación, creo que hace falta una apuesta en mayúsculas por la docencia. No es justo que el 92 por ciento de los tutores no cobren ningún tipo de remuneración. Si queremos realmente apostar por una docencia fuerte, formando a los profesionales que mañana van a cuidar de nuestros padres, nuestros abuelos, los tutores tienen que recibir una remuneración, no puede ser un ejercicio altruistas o que no se libere a esos tutores de la labor asistencial. 

¿En Enfermería hacen el mismo diagnóstico?

Paula Somoza: En mi caso, he tenido la suerte de que mi tutora es una excelente profesional, lleva muchísimos años en Atención Primaria y sí que estaba formada como tutora, pero dentro de mi Unidad ahora mismo existe un problema y es que no hay tutores docentes ni se les forma. Los futuros residentes que vienen se encuentran con personas que están en Atención Primaria pero no tienen ninguna formación docente. Se debería ofrecer una formación a dichas personas y también incentivarles porque igual así también tiene una mayor motivación para ser tutores.

Belén Gutiérrez: El Hospital La Paz fue uno de los pioneros en el sistema MIR en España, y donde la figura del tutor MIR cobra una especial atención. De hecho, los tutores tienen una serie de horas disponibles para ejercer su tarea formativa. En Medicina Interna, hay cuatro tutores que se van encargando de las distintas promociones, se hacen reuniones trimestrales en las que se obtienen una serie de datos y se mandan a la comisión de docencia, si se detecta algún déficit formativo de cara a la siguiente reunión se intenta solventar... En definitiva, creo que en general los residentes estamos bastante contentos con el sistema, porque se permite un ‘feedback’.

Todos finalizan la residencia, pero ¿y ahora qué? ¿Qué espera fuera del paraguas de la Formación Sanitaria Especializada?.


"Han sido los 5 mejores años de mi vida, porque tienes la suerte de rodearte de los mejores profesionales"


Belén Gutiérrez: Yo he tenido la suerte de que presenté mi proyecto para la candidatura de jefa de residentes del Hospital La Paz y  me eligieron. En ese sentido, este año estoy un poco más aliviada porque no he tenido que enfrentarme a la realidad del mundo laboral. Acabamos el MIR y detrás quedan los seis años de carrera, la residencia... y ahora nos quitan ese cobijo. 

Claudia García: Ahora todo es un mundo nuevo. Ayer estaba trabajando, y hoy me levanto y me doy cuenta de que ya no tengo que ir al hospital. Empiezas con los  papeles de la bolsa, el paro. Es todo nuevo y a esperar a ver qué pasa. Lo cierto es que nos preparan para adquirir las competencias de la especialidad, pero no nos preparan mentalmente para ese salto a la vida laboral. 

Manuel Murillo: Sobre todo coincido con ella en que creo que falta trabajar más esa transición de residente a adjunto, porque ahora mismo normalmente tus orientadores son los residentes mayores, y son ellos los que te dicen: "bueno, pues tienes que echar a esta bolsa, estos papeles te van a hacer falta...".

Paula Somoza: Desde el punto de vista de la Enfermería quiero señalar que actualmente no existen bolsas de especialistas, entonces yo me encuentro un poco en tierra de nadie. Hay veces que sientes cierta desmotivación porque has acabado la residencia y pueden coger para este puesto, en mi caso, a gente que nunca ha estado en Atención Primaria. Entonces me pregunto a mí misma: "¿Ha servido para algo hacer esto cuando me pueden llamar de cualquier otro Servicio de hospital en el que no he estado nunca, en el que no tengo conocimientos apenas de lo mismo y que no puedo rechazar porque si no me penalizan un año?" Ese es el problema de la Enfermería, que no hay bolsas de especialistas.

Un momento durante el debate. 


¿Cómo está siendo la despedida del hospital y de los compañeros?

Belén Gutiérrez: Es una mezcla agridulce porque sabes que se acaba una etapa, que ha sido la más bonita de mi vida. Tienes que dejar de ver a esos compañeros, con los que empecé hace cinco años. Entran igual que tú, con los mismos problemas, y dejar de verlos es triste. Lo que pasa es que echas la vista atrás y ves la cantidad de gente que has conocido, el buen recuerdo que nos dejan muchos pacientes y cómo ha sido esa evolución, que dices bueno, pues si esta etapa ha sido tan bonita, probablemente lo que viene ahora va a ser igual.

Claudia García: Coincido con Belén, para mí también han sido los cinco mejores años de mi vida. Tienes la suerte de conocer a mucha gente, de rodearte de grandes profesionales, pero sobre todo de grandes personas, de crecer y aprender mucho. Para mí, que ayer también fue mi último día, hoy era una sensación muy rara, pero con el recuerdo con el que me quedo esta mañana es como cuando te lo has pasado muy bien en algún sitio y solo eres capaz de recordar las cosas buenas.

Manuel Murillo: Coincido plenamente. Para mí, mis compañeros han sido como una familia. Pasas muchísimas horas con ellos con las guardias y el tiempo extra que echas allí, y es que hacemos al final muchos amigos, ya no solo hablo de farmacéuticos, hablo de técnicos, enfermeros, celadores, médicos. Al final es como tu pequeña familia, y de la noche a la mañana abandonas esa rutina y bueno, no es fácil. Les coges cariño y al final somos personas ¿no? ¡Con sentimientos!

Paula Somoza: "Dentro de mi unidad no existen tutores docentes, ni se les forman. Los futuros residentes no tendrán esa formación". 

Paula Somoza: No somos conscientes ni yo ni mis compañeras de que esta etapa  se va a acabar. Y pensándolo es como, "vale, a lo mejor ya no vuelvo aquí, a lo mejor ya no veo a estas personas". Además está el miedo que da un futuro incierto.Creo que todo lo nuevo asusta, y cuando ya estás adaptado en un sitio, es lo que más cuesta. Sí que es verdad que en algunas situaciones sí que tienes ganas de tener más tu independencia laboral, y demás, pero bueno, son muchos sentimientos encontrados.

Echando la vista atrás, ¿cómo recuerdan la primera guardia?

Claudia García: Recuerdo la primera guardia en Urgencias como algo con a lo que vas con muchísimos nervios. No sabes a lo qué te vas a enfrentar e incluso te preguntas: "¿voy a ser capaz de aguantar todas estas horas, de enfrentarme a tantos pacientes, a familiares?" Y ves que sí, que eres capaz y que la residencia no ha hecho nada más que empezar. Vas aprendiendo poco a poco, y lo que al principio eran miedos se van convirtiendo en confianza y conocimiento.

¿Qué consejo darían a los nuevos residentes que llegan ahora al hospital y se enfrentan a esa misma guardia?

Claudia García: Nunca tienes que perder la calma, por así decirlo. Nunca vas a estar solo, tienes mucha gente detrás que te va a ayudar y sobre todo no hay que agobiarse con: "no me da tiempo, no llego", porque al final, todo al final se acaba resolviendo.

Belén Gutiérrez detalla el sistema MIR y el perfil de los tutores que existen dentro del Hospital La Paz de Madrid. 

Belén Gutiérrez: El consejo que yo les daría es que no pierdan la calma, porque es verdad que en una Urgencia se trabaja a un ritmo muy acelerado y cuando hay una situación de emergencia, que hay gente que puede morir, parece como que todo el mundo se aloca y hay que saber mantener la calma porque hay que actuar con objetividad. Pero sobre todo, decirle a los residentes pequeños que no tengan miedo a preguntar, que nadie nace sabiendo, que salen con mucha información de la carrera pero que lo peligroso es que no pregunten.

Manuel Murillo: En Farmacia Hospitalaria el desembarco fue un poco similar, quitando las guardias en Urgencias que ellas comentan. Pero sí que recuerdo, por ejemplo, los nervios ante esa primera guardia y comentar a lo mejor con mi residente mayor y decir pero cómo voy a dar yo una respuesta ahora cuando suene el teléfono si no sé todavía ni dónde están ubicados aquí los medicamentos. Entonces, recuerdo que ella me decía: "bueno, tu tranquilo, lo apuntas en el papel y le dices, bueno, pues ahora te daré la respuesta o ahora te lo miro". Y creo que muchas veces es verdad que queremos dar respuestas a lo mejor inmediatas porque piensas que tienes la presión de saber todo y muchas veces hay que pararse, pensar, buscar las cosas y dar una respuesta adecuada.

Paula Somoza: Al principio veías como todo el mundo se desenvuelve genial en todo y tú estabas así como un poco, "vale, y ahora por dónde empiezo, no sé dónde están las cosas". Pero bueno, poco a poco vas aprendiendo a desenvolverte, vas manejándote y al final todo rueda solo prácticamente. De cara a los residentes que empiezan ahora, decirles que se vayan empapando todo lo que puedan de cada profesional. Y uno de los consejos más importantes para mí es que disfruten la residencia, que es una experiencia muy bonita que se acaba.

Si pudieran volver atrás, y darse un consejo antes de empezar la residencia, ¿cuál sería?

Belén Gutiérrez: Me diría que confiara en mí misma, porque al final parece como que ves mucha gente que sabe, y esa gente ha empezado igual que tú. Entonces confía en ti mismo, sin ponerte ninguna barrera. Luego, la responsabilidad, porque parece que venimos de la facultad y sin embargo ya estamos en un trabajo, entonces no podemos escudarnos con que somos estudiantes, ya tenemos que trabajar y esa parte de responsabilidad yo creo que desde el R1 tenemos que aprenderla.

Claudia García: Como dice Belén, la confianza es básica, pero al final siempre todo se ve trabajando. Pero lo más importante: que nunca, nunca, nunca pierdan la motivación.

Manuel Murillo: Le diría que enfoque su residencia hacia el adjunto en el que le gustaría ser, porque los 4 años vuelan. También destacaría la humildad con todo el mundo si quieres llegar a ser un buen profesional. Y sobre todo disfrutar.

Conclusiones


Conclusiones del debate: 'Fin a la residencia MIR, ¿y ahora qué?'

Belén Gutiérrez: Para resumir, tengo que decir que la residencia MIR ha superado todas mis expectativas. Ahora, veo todo lo que he cambiado, ya no solo a nivel profesional, lo que he aprendido, sino a nivel personal y eso te lo da mucho también, ya no el trato con el paciente, sino el aprender a trabajar en equipo. ¿Qué se podría mejorar? Pues siempre hay algo más que mejorar. Si puedes dar el 100%, pues seguro que puedes llegar al 150%, o estudiar infinitamente más, aunque ya hayamos estudiante bastante en la residencia, o haber vivido las guardias un poco más tranquila. En definitiva, que los residentes que lleguen ahora al hospital no se agobien de cara al futuro, y nosotros igual. Porque si durante estos cinco años que parecían los más duros de nuestra vida los hemos superado, por qué no vamos a conseguir y superar todo lo que venga ahora.

Claudia García: Creo que tenemos la gran suerte o hemos tenido la gran suerte de formarnos en un sistema sanitario como es este. Todos los que formamos parte de él lo aprovechamos, e incluso aprendemos hasta sin darnos cuenta. Personalmente es una experiencia muy enriquecedora. Y que desde luego volvería a pasar por aquí sí o sí.

Manuel Murillo: Simplemente tres cosas. La primera es que tenemos que trabajar más. La segunda,  reforzar y apostar seriamente por la docencia,  porque al final repercute en el residente, porque ese residente después va a repercutir en el paciente. Y por último, valoremos nuestro sistema de salud, donde están los mejores profesionales del mundo y que para mí debe de ser un orgullo de este país el hecho de tener estos profesionales tan bien formados, con tantas ganas y que salen todos los días a por todas y muchas veces con situaciones difíciles o condiciones que no son las más idóneas.

Paula Somoza: Mi experiencia ha sido muy enriquecedora en todos los aspectos y creo que en nuestro caso y en todas las categorías y en todas las especialidades se adquiere un nivel de formación muy alto. Pero sobre todo quería volver a repetir lo de la importancia de las bolsas de especialistas en el caso Enfermería. Nos tenemos que poner un poco en la piel del paciente porque creo que nadie quiere que a su hijo lo atienda una enferma que acaba de entrar en el Servicio y que nunca ha estado en Pediatría. Se debe de apostar por esa renovación de los contratos para ir introduciendo las especialidades.
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