De izquierda a derecha, Gorka Bastarrika, José F. Rodríguez Palomares, Miguel Ángel García Fernández, Eliseo Vañó y José Juan Gómez de Diego.
La importancia de integrar en unidades multidisciplinares a profesionales de la
Cardiología y la Radiología no solo suma, sino que multiplica los beneficios para el paciente. Así lo han reconocido cinco profesionales de ambos campos sanitarios en el debate “retos en la asistencia y formación en cardiorresonancia, el papel del radiólogo y el cardiólogo”, organizado por
Grupo CTO, en el que han subrayado la importancia de
“trabajar de forma integrada para ofrecer resultados inmediatos”.
Debate sobre “Los retos en la asistencia y formación en Cardiorresonancia, el papel del Radiólogo y el Cardiólogo”.
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El debate, moderado por
Miguel Ángel García Fernández, cardiólogo y presidente de la
Sociedad Española de Imagen Cardiaca, ha puesto en valor la importancia de la cardiorresonancia, la cual “cada vez está más extendida”. En este sentido,
José Francisco Rodríguez Palomares, cardiólogo en el
Hospital Vall d’Hebrón, reconoce que esta técnica se está consolidando, pero
“aún falta mucha formación”.
Por su parte,
Gorka Bastarrika, Director del Servicio de Radiodiagnóstico en la
Clínica Universidad de Navarra, va más allá y pide “aumentar la presencia de las cardiorresonancias en los hospitales más pequeños, porque falta disponibilidad, así como la creación de unidades en las que se integre al cardiólogo para ofrecer una mayor inmediatez hacia la asistencia del
paciente”.
Precisamente, la transcendencia en la relación entre el
cardiólogo y el radiólogo en los equipos hospitalarios ha puesto en común los discursos de todos los ponentes. “Es necesario formar unidades multidisciplinares en los que estén representados los cardiólogos y los radiólogos.
Todos debemos de ser más conscientes de los aspectos técnicos que tiene la resonancia para acelerar todos los diagnósticos”, explica Eliseo Vañó, radiólogo del
Hospital Clínico San Carlos.
Precisamente,
José Juan Gómez de Diego, cardiólogo del
Hospital Clínico San Carlos, reconoce que “los hospitales donde se hace la mejor resonancia magnética cardiaca sin excepción son donde cardiólogos y radiólogos se han puesto de acuerdo para
trabajar juntos”.
Esta sinergia entre ambas especialidades, explica
Rodríguez Palomares, permite “gestionar conjuntamente las prioridades más inmediatas que tiene el paciente e incluso priorizar en las
listas de espera”.
Integración y eficiencia
En palabras de
Gorka Bastarrika, la integración de ambas unidades médicas permite hacer mejores resonancias cardiacas porque el trabajo conjunto entre radiólogos y cardiólogos
“más que sumar, multiplica el beneficio que repercute directamente en el paciente”.
"La receta del éxito está en la actitud de los profesionales"
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Pese a los buenos resultados que representa esta combinación, la aplicación de la misma sigue siendo muy compleja en muchos hospitales. “Existen estructuras muy complejas y solidas dentro de las áreas del hospital. Pero si esta estrategia se puede aplicar en los hospitales grandes, también se puede extrapolar a los hospitales más pequeños.
La receta del éxito está en la actitud de los profesionales”, subraya Palomares.
Docencia MIR
La formación en resonancia cardiaca no solo es importante para los profesionales.
Los MIR también encuentran muchos beneficios en la posibilidad de formarse en esta práctica. Así lo ha constatado Bastarrika, que afirma que la principal fortaleza que encuentra el MIR radiólogo en la formación sobre esta materia es que “se forman en resonancia magnética, y eso le permite dominar las técnicas que se aplican en todo el organismo, y luego puede
aplicar lo aprendido en el corazón”.
Por el contrario, Vañó ha confesado que “la actitud del residente es la mayor debilidad”.
“Hay MIR que se toman la imagen cardiaca de forma derrotista, porque no creen en el trabajo conjunto con los cardiólogos. Además, el programa formativo de residentes en radiodiagnóstico no está correctamente regulado”, señala.
En el lado opuesto, los MIR en cardiología encuentran en la formación en resonancia magnética un gran aliado que es el personal formado en esta materia en los hospitales. “La experiencia y la formación previa de los profesionales de hospital en esta materia es la principal
fortaleza de los MIR en Cardiología y que les ayuda posteriormente a interpretar las resonancias”.
Cómo sucede con los radiólogos, los cardiólogos denuncian la falta de formación regulada y específica sobre resonancia magnética, así como unidades específicas donde estos MIR puedan formarse por
“falta de disponibilidad”.
Un momento durante el debate: “Retos en la asistencia y formación en cardiorresonancia, el papel del radiólogo y el cardiólogo”
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