Médicos forzados a trabajar en su país tras el grado: primer caso en Europa

El Parlamento albanés aprobó este viernes una ley que obliga a los graduados en Medicina de la universidad pública a trabajar en el país hasta cinco años después de acabar sus estudios, una medida que busca paliar la carencia de personal sanitario en el país balcánico. A favor de la ley votaron 71 diputados socialistas, mientras que 23 diputados opositores votaron en contra.

La nueva normativa establece que todos los aspirantes a cursar los estudios firmarán antes del próximo comienzo de curso un acuerdo con la Universidad de Medicina de Tirana, el único centro público en Albania que imparte la especialidad, en el que aceptan trabajar después de graduarse cinco años en instituciones sanitarias albanesas.

La alternativa a ese acuerdo es pagar el coste total de los estudios, que está por definir, en el caso de que no firmen el documento para poder marcharse al extranjero a ejercer su profesión.

En los últimos años una media de 150 médicos -de un total de uno 5.400 en el sistema sanitario albanés- han abandonado anualmente sus puestos de trabajo y han emigrado hacia países europeos, especialmente Alemania, donde existen mejores condiciones salariales.

En Albania hay 1,93 médicos por cada mil habitantes, una cifra baja respecto a los demás países de la región balcánica (2,6) y frente a los países occidentales más ricos (3,6).

Para frenar la salida de personal sanitario el gobierno aumentó considerablemente los sueldos el pasado abril, al situar el salario de un médico generalista en unos 1.300 euros y de los enfermeros en unos 850 euros mensuales. El salario medio en Albania es de unos 550 euros.

Los estudiantes de Medicina han protestado contra la nueva medida del gobierno socialistas al considerarla anticonstitucional y antidemocrática y han anunciado que boicotearán el nuevo año académico