Ana Presa, Manuel Gálvez y María Valderrama.
Las
facultades de Medicina españolas reabren este lunes sus puertas a más de 40.000 estudiantes que, ávidos de conocimientos, se asoman al nuevo curso académico bajo la expectativa de convertirse en profesionales competentes. Al menos, esa es la teoría, pues lo cierto es que cada vez son más quienes reconocen su deseo de
‘agitar’ la carrera universitaria para que se desprendan ciertos lastres a su juicio ya superados, o bien claman por
reorientar las asignaturas hacia otros campos no tan “sobre-especializados”. No se trata de un anhelo exclusivo de los alumnos: también sus profesores reivindican un “concepto diferente” de enseñanza “menos fragmentado” y, sobre todo, más práctico.
Evidentemente, no existe un único punto de vista en lo relativo a dónde debe dirigirse la carrera de Medicina en España. De hecho, los docentes y alumnos consultados por
Redacción Médica difieren significativamente en su ‘radiografía’ de las asignaturas de la carrera. En el caso de
Manuel Gálvez, profesor asociado en el Departamento de Medicina de la Universidad de Granada y máster internacional en Pedagogía Médica, el mayor problema del plan de estudios es que los conocimientos están
“demasiado dispersos”. Los jóvenes, concluye, “saben mucho de cada cosa,
pero no del conjunto”.
"No necesitamos profesores de Anatomía, sino cirujanos que expliquen a los alumnos qué hay que hacer"
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Él lo explica de la siguiente forma: “Si ponemos a dar clase al mejor especialista en arroz, el mejor en aceite y el mejor en marisco, cada uno aportará unos grandes conocimientos de cada cosa, pero
los chicos no sabrán hacer paella”, resume.
En este sentido, Gálvez advierte de que las facultades de Medicina dan lugar a una “fragmentación del saber” que, reflexiona, pudo tener sentido en el pasado, cuando
Abraham Flexner revolucionó en los inicios del siglo XX la forma de enseñar Medicina en EEUU; pero que en los tiempos actuales puede suponer un lastre innecesario. “Todos los conocimientos no caben en una sola cabeza. Cuando yo veía estudiar a mis hijos, también médicos, hasta la última variación que se conoce de los huesos, era consciente de que eso
no lo iban a utilizar en su vida”, destaca.
Para los conocimientos, habilidades y
actitudes transversales (Bioética, Comunicación...) el concepto de asignatura que se aprueba una vez en un año determinado es cuestionable.
No caben en el concepto de 'asignatura'", subraya.
Atención Primaria en el grado de Medicina
Ana Presa, secretaria general del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), coincide con Gálvez en que la carrera
es en exceso “teórica”, aunque su ‘receta’ para remediarlo es otra. Consultada por
Redacción Médica, esta alumna de la Universidad de
Santiago de Compostela aboga por un
“cambio de enfoque” que permita poner el énfasis, entre otras cuestiones, sobre los aspectos socioculturales de la profesión.
A este respecto, incide en que el grado de Medicina “está muy
orientado a la sobre-especialización, se centra mucho en cada especialidad concreta”, lo que a su parecer “hacer que se pierda una perspectiva global, holística del paciente”.
“Se echan en falta asignaturas que ofrezcan una perspectiva más humana, más social
a nivel de comunicación con el paciente”, desliza. Presa, quien advierte de que el “canon hegemónico” que impera en la consulta “se aleja mucho del perfil real” de los usuarios, aboga por incluir en el plan universitario materias que aborden cómo condiciona la salud las desigualdades económicas o la diversidad cultural. Una postura que refrenda a la de
María Valderrama, presidenta de la asociación, quien recientemente defendía la necesidad de dotar de
mayor “empatía” la formación médica. “La carrera no necesita ‘cerebritos’”, apuntó.
Asimismo, aboga por ahondar durante el grado en los
cuidados paliativos, el género y la sexualidad y
una Atención Primaria que sigue “invisibilizada”, especialmente la vinculada al ámbito rural y pediátrico.
Demanda de las sociedades científicas
De hecho, también desde las sociedades científicas se piden más esfuerzos para
‘sumar’ la Atención Primaria a las facultades. Desde SEMG (Sociedad Española de Médicos de Generales y de Familia) han solicitado que los planes docentes para la formación en el grado profundicen en esta materia, que, según su responsable,
Pilar Rodríguez Ledo, es necesaria para aportar "fundamento, consistencia y prestigio a los especialistas".
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