Manuel Cascos, presidente de Satse.
El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado que España lleva
meses de retraso para aprobar la Ley de Seguridad del Paciente cuando nuevos estudios científicos demuestran que contar con una legislación que garantice una asignación adecuada de pacientes por cada enfermera y enfermero reduce la mortalidad, los reingresos y la duración de las estancias hospitalarias.
Según Satse, es incomprensible que mientras se acumulan nuevas evidencias científicas a favor de legislar una
asignación máxima de pacientes por cada enfermera, caso, por ejemplo, del nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista
The Lancet, la Proposición de Ley que entró en el Congreso de los Diputados en 2019 con este objetivo aún sigue
pendiente de la presentación y debate de las enmiendas parciales a su articulado en la Comisión de Sanidad.
En el caso del nuevo artículo publicado en la revista
The Lancet se constata, en base a un estudio realizado en el Estado de Queensland (Australia) en el que se ha legislado en este aspecto, que en los hospitales con una ratio de 4 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y tarde,
la tasa de mortalidad se ha reducido hasta un 7 por ciento en 30 días, las readmisiones en una semana también descendieron en un 7 por ciento y la duración de la estancia se acortó en un 3 por ciento.
Una realidad muy diferente a la de nuestro país en el que una enfermera puede llegar a tener una asignación de
hasta 20-25 pacientes en un hospital, lo que conlleva claros y serios riesgos para la seguridad y salud de los pacientes, como también han constatado otros estudios científicos realizados por expertos a nivel internacional y nacional.
Otra conclusión a la que llega el estudio “Efectos de la legislación sobre la relación enfermera-paciente sobre la dotación de personal y la mortalidad de los pacientes, los reingresos y la duración de la estancia” realizado en Australia, es que se logra un
mayor ahorro en los costes económicos sanitarios cuando existe una dotación adecuada de enfermeras y enfermeros.
En concreto, el estudio realizado concluye que el contar con las enfermeras y enfermeros necesarios conllevó un coste de unos
33 millones de euros mientras que el ahorro del presupuesto general de salud que se consiguió debido a la reducción de reingresos y estancias hospitalarias fue más del doble (69 millones de euros).
“Estamos a un solo paso de que España sea
uno de los pocos países del mundo y el único en Europa en contar con una legislación que reducirá complicaciones, riesgos y fallecimientos, además de ahorrar dinero, y el impulso final necesario no llega por parte de nuestros representantes políticos que, semana tras semana, siguen sin presentar sus enmiendas al texto normativo”, apuntan desde la organización sindical.
Una pasividad de nuestros representantes parlamentarios que es menos entendible, si cabe, por tres razones más, la norma nace de la voluntad popular expresada por cerca de
700.000 firmas, cuenta ya con el respaldo mayoritario de los partidos con representación en el Congreso, y la actual crisis sanitaria requiere de medidas eficaces y urgentes que mejoren y refuercen nuestro sistema sanitario, concluye.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.