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La responsabilidad civil es la obligatoriedad de un médico de reparar un daño causado a un paciente por incumplir sus correspondientes deberes asistenciales. Esto se debe a que el sanitario adquiere con la persona enferma una responsabilidad, ya sea contractual (el paciente le paga para que le trate) o extracontractual.
Lo más habitual en los contratos de tratamientos sanitarios es que incluyan la atención por el personal de la clínica y la realización de pruebas diagnósticas, así como un seguimiento. Del mismo modo, pueden incluir elementos más concretos como medicamentos, prótesis o las propias necesidades derivadas de la hospitalización.
Sin embargo, en ocasiones las situaciones no se desarrollan como deberían, lo que puede llegar a provocar lesiones o retrasos en el tratamiento de la persona afectada. Ante ello, que se considera un incumplimiento o cumplimiento deficiente del contrato sanitario, el paciente puede exigir responsabilidades para que el médico se haga cargo de sus errores y los subsane.
Esta reclamación, llevada a cabo por la vía civil, puede traducirse en la exigencia del cumplimiento del contrato o su resolución. Asimismo, podrá solicitar una indemnización que se cubra los daños provocados. El plazo de prescripción de la responsabilidad contractual es de 5 años.
Sí, todas las personas estamos en la obligación de indemnizar cualquier daño originado a un tercero con culpa o negligencia. Esto sería la llamada responsabilidad extracontractual y su prescripción sería de un año desde el momento del establecimiento de la lesión en el paciente.
Sin embargo, hay que aclarar que, en la Sanidad Pública, estos casos no son derivados a tribunales civiles, sino que se llevan por otra vía, llamada Contenciosa-Administrativa y, habitualmente, es el hospital o centro de salud el que tiene que hacerse cargo de las consecuencias.
La manera de establecer que existen motivos para exigir responsabilidad civil a un sanitario es determinar, en primer lugar, si se ha cometido mala praxis. Es decir, si el médico se ha alejado de las prácticas o protocolos habituales.
También se puede exigir una reparación si el facultativo ha ido en contra de la lex artis, es decir, que en un momento de actuación e improvisación siguió o no los protocolos y las pautas establecidas.
Por último, es indispensable que la mala actuación del médico haya provocado una lesión y que exista un vínculo entre dicha acción del sanitario y el daño. Asimismo, se valorará de distinta forma los casos de medicina curativa, cuya obligación es de medios, y los de medicina satisfactiva, donde la responsabilidad va más ligada a los resultados obtenidos.
Lo más habitual en los contratos de tratamientos sanitarios es que incluyan la atención por el personal de la clínica y la realización de pruebas diagnósticas, así como un seguimiento. Del mismo modo, pueden incluir elementos más concretos como medicamentos, prótesis o las propias necesidades derivadas de la hospitalización.
Sin embargo, en ocasiones las situaciones no se desarrollan como deberían, lo que puede llegar a provocar lesiones o retrasos en el tratamiento de la persona afectada. Ante ello, que se considera un incumplimiento o cumplimiento deficiente del contrato sanitario, el paciente puede exigir responsabilidades para que el médico se haga cargo de sus errores y los subsane.
Esta reclamación, llevada a cabo por la vía civil, puede traducirse en la exigencia del cumplimiento del contrato o su resolución. Asimismo, podrá solicitar una indemnización que se cubra los daños provocados. El plazo de prescripción de la responsabilidad contractual es de 5 años.
¿Tengo responsabilidad civil si soy médico de la sanidad pública?
Sí, todas las personas estamos en la obligación de indemnizar cualquier daño originado a un tercero con culpa o negligencia. Esto sería la llamada responsabilidad extracontractual y su prescripción sería de un año desde el momento del establecimiento de la lesión en el paciente.
Sin embargo, hay que aclarar que, en la Sanidad Pública, estos casos no son derivados a tribunales civiles, sino que se llevan por otra vía, llamada Contenciosa-Administrativa y, habitualmente, es el hospital o centro de salud el que tiene que hacerse cargo de las consecuencias.
¿Cómo se determina la responsabilidad civil?
La manera de establecer que existen motivos para exigir responsabilidad civil a un sanitario es determinar, en primer lugar, si se ha cometido mala praxis. Es decir, si el médico se ha alejado de las prácticas o protocolos habituales.
También se puede exigir una reparación si el facultativo ha ido en contra de la lex artis, es decir, que en un momento de actuación e improvisación siguió o no los protocolos y las pautas establecidas.
Por último, es indispensable que la mala actuación del médico haya provocado una lesión y que exista un vínculo entre dicha acción del sanitario y el daño. Asimismo, se valorará de distinta forma los casos de medicina curativa, cuya obligación es de medios, y los de medicina satisfactiva, donde la responsabilidad va más ligada a los resultados obtenidos.
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