¿Cómo debe equiparse un centro ante las agresiones a personal sanitario?


Los centros sanitarios deberían ser lugares seguros para sus profesionales o, al menos, todo lo seguros que fuera posible. Por ello, han de tener en cuenta distintos sistemas para proteger a los facultativos de las posibles agresiones.

Uno de los sistemas más útiles es la colocación de botones anti-pánico o el uso de la aplicación Alertcops o de algún otro sistema establecido en el centro de salud para poder dar la voz de alarma ante una posible situación agresiva.

Además, es necesario que todos los trabajadores del centro hayan sido entrenados y conozcan los protocolos de actuación en estos casos para, de este modo, poder ayudarse unos a otros en caso de no poder contar con ayuda externa en ese momento.

¿Qué elementos puede proveer el centro para reducir las agresiones?


Además de los ya mencionados botones anti-pánico, es muy útil que el centro sanitario tenga contratado un servicio de seguridad que sea capaz de acudir rápidamente si es preciso ante una agresión. También es fundamental una comunicación fluida con la policía y los cuerpos de seguridad para, por ejemplo, que puedan acompañar y proteger al facultativo en caso de haber recibido amenazas por parte de algún paciente.

Del mismo modo, deberá asegurarse de tener sus productos vigilados con alarmas para evitar robos, tanto de enseres de los propios sanitarios (siendo este también un tipo de violencia contra ellos), como de elementos peligrosos como objetos punzantes. En los centros de salud se dan numerosos casos de pacientes con dependencia de sustancias estupefacientes y que buscarán hacerse con estas. En el intento de conseguirlas pueden resultar especialmente agresivos y violentos con los profesionales de salud.

Por último, es fundamental que los centros sanitarios inviertan en ampliar y hacer más confortables las salas de espera, ya que ha quedado demostrado que la incomodidad en estos ambientes es uno de los factores desencadenantes de la violencia contra los facultativos.

¿Qué elementos no materiales puede proveer el centro para reducir agresiones?


En primer lugar, ya se ha mencionado la necesidad de proveer a todos los trabajadores de una formación sobre los protocolos a seguir en caso de agresión, así como métodos de autoprotección en caso de ser víctimas de violencia y de comunicación asertiva.

Los métodos de autoprotección más efectivos incluyen técnicas de desvío y respuesta ante una agresión física, pero también conocer cuáles son los procedimientos a seguir en caso de recibir amenazas, una de las agresiones menos denunciadas ya sea por miedo a encontrarse con el paciente al vivir en la misma población o por considerarlas "solo palabras".

Asimismo, una mejora en la gestión de la espera de los pacientes disminuye sustancialmente las agresiones producidas, por lo que uno de sus objetivos para reducir estos enfrentamientos debería ser mejorar la gestión.

Por último, es importante que los centros de salud ofrezcan ayudas de tipo psicológico a los profesionales, ya que estas agresiones añaden una carga spciológica extra a la presión asistencial, tensión y estrés laboral de los profesionales y puede afectar gravemente a su salud mental, por lo que se considera una medida clave y responsable de Prevención de Riesgos laborales.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.