¿Cuáles son las causas de las agresiones a personal sanitario?


Las razones por las que se dan las agresiones al personal sanitario son múltiples, aunque la mayoría de ellas suceden por demoras y tiempos de espera. Sin embargo, existen otros factores que intervienen para que un paciente recurra a la violencia, física o verbal, y termine agrediendo a un sanitario.

Los motivos se pueden clasificar en: los derivados de la falta de personal, los organizativos y el factor tiempo. Cada una de ellas engloba diferentes razones por las que se produce una agresión al personal sanitario, situación que ya se incluye en el BOE dentro de la prevención de Riesgos Laborables a tener en cuenta por las empresas.

¿Qué causas provocan agresiones por falta de personal, organización o tiempo?


Los derivados de la falta de personal son aquellos motivos que se refieren a la falta de personal en horas conflictivas —como las comidas, las horas de visita o los traslados—. A ello se une la inestabilidad de las plantillas, la falta de personal de seguridad en determinados servicios o atender a pacientes potencialmente peligros.

Las causas de agresiones por motivos de organización son las que se refieren a la falta de información ante las preguntas y preocupaciones, la masificación y aglomeraciones en pasillos o habitaciones, el exceso de burocracia, los tiempo de espera muy largos para ser atendidos, la interrupción durante las consultas, la falta de apoyo en situaciones de muerte y duelo o el diseño ambiental deficiente—sillas incómodas—. También, no tener en cuenta las necesidades especiales para trata a los pacientes psiquiátricos, bajo los efectos del alcohol o drogas, o con historial previo de violencia.

En cuanto al factor tiempo, también causante de agresiones, se refiere al tiempo insuficiente para tratar correctamente a cada paciente o la demora en las citas sin ofrecer explicación.

¿Por qué hay más agresiones a sanitarios ahora que hace unos años?


En primer lugar, la relación entre el paciente y el personal sanitario ha cambiado, ya no se mantiene una actitud paternalista por parte del profesional hacia el paciente. Ahora, este sobreentiende que, en la sanidad pública, el profesional sanitario es alguien a quien paga con sus impuestos y tiene que atenderle y quiere que se le atienda con calidad, pero también con diligencia. La relación entre el especialista y el paciente tiende a despersonalizarse por varios motivos, como la falta de tiempo hace que no se pueda acceder a la parte humana del paciente.

Además, se aplica la 'medicina defensiva' donde el sanitario se limita a aplicar el protocolo y pone al paciente el peor de los escenarios posibles, para evitar posteriores denuncias, produce una relación fría y distante entre el paciente y el profesional. Esto unido a que en nuestra sociedad se tolera cada vez menos el error médico y que en determinados sectores de la población se sigue recurriendo a la violencia como forma de exigir los derechos o afrontar la frustración y los problemas, son el caldo de cultivo para que se produzcan estas agresiones sobre las que ya se ha legislado. Otros factores de riesgo de violencia para el profesional sanitario son la posibilidad de tratar con personas psíquicamente alteradas por problemas de salud mental o por adicciones a drogas.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.