Piojo de la cabeza

El piojo de la cabeza es un tipo de pediculosis producida por el Pediculus humanus capitis, un parásito extendido por todo el mundo cuya infestación abarca todas las clases socioeconómicas. Este piojo vive en la piel del cuero cabelludo.

Afecta con más frecuencia a niños en edad escolar y suele ser más frecuente en las chicas, lo que se atribuye a que las niñas tienden a jugar más cerca unas de otras que los niños.

Los estudios realizados demuestran que los piojos prefieren el cabello limpio al sucio y el liso al rizado, siendo indiferente la mayor o menor longitud del mismo.

Se desconoce por qué unas personas son más propensas que otras para tener piojos. Se estima que cada año se infestan del 1 al 3% de los habitantes de los países desarrollados.

El piojo de la cabeza puede vivir hasta 30 días, durante los que deposita de 100 a 400 huevos o liendres, que se adhieren firmemente a los pelos a una distancia menor de 6 mm del cuero cabelludo. Las liendres tardan unos 8 días en abrirse; tras su apertura, se vuelven blanquecinas y se hacen más visibles. Todas las liendres situadas a más de 1 cm de la superficie del cuero cabelludo están vacías o muertas.

El piojo adulto solo puede sobrevivir hasta 55 horas fuera de una persona ya que no puede alimentarse. Los piojos que infestan a los humanos no vuelan, ni saltan, ni infestan a los animales, pero se mueven rápidamente por los cabellos secos y pueden trasladarse de un huésped a otro (de una persona a otra).

¿Cuáles son los síntomas del piojo de la cabeza?

En algunos casos los piojos no producen síntomas. Cuando lo hacen, el síntoma principal es el picor, que suele localizarse detrás de las orejas o en la parte posterior del cuello (nuca). Los piojos adultos huyen de la luz y por eso se localizan en estas zonas más protegidas, donde la temperatura corporal es más elevada. También pueden percibirse como una sensación de hormigueo en el cuero cabelludo.

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico se establece por la visualización del piojo vivo. Para su búsqueda son eficaces los peines de púas finas para piojos (lendreras) dado que al ser muy pequeños y moverse con rapidez no es fácil verlos. Es recomendable realizar el peinado con el pelo húmedo, porque en pelo seco la electricidad estática puede separar los piojos del peine. También es recomendable realizarlo sobre un paño o sobre el lavabo para recoger y poder detectar mejor los piojos vivos y sus liendres.

Dado que las liendres vacías pueden permanecer adheridas al pelo durante semanas o meses, su presencia no confirma una infestación activa. Las liendres pueden permanecer durante meses tras haber realizado un tratamiento efectivo.

¿Cuál es el tratamiento para los piojos de la cabeza?

Solo deben tratarse las personas realmente infestadas por piojos.

El tratamiento es controvertido debido a las resistencias de los piojos a las opciones empleadas. Incluye la administración de pediculicidas y/o la eliminación mecánica de los piojos y liendres:

Los pediculicidas tópicos (líquidos aplicados localmente) son los tratamientos de primera elección. Entre ellos se encuentran:

• Permetrina al 1% y piretrina (0,17% – 0,33%). Estos productos son tóxicos para los piojos (les producen una paráslisis) pero muy seguros para los humanos, y las reacciones alérgicas son muy raras. Se aplican empapando el producto pediculicida sobre el cabello mojado y secado con toalla, y dejándolo actuar durante 10 minutos antes de aclararlo con agua. Dado que del 20 al 30% de las liendres pueden sobrevivir al primer tratamiento es conveniente efectuar un segundo tratamiento a los 7 – 10 días. No está indicado realizar más de tres aplicaciones del mismo producto en el plazo de dos semanas. La permetrina al 5% no es más eficaz que el preparado al 1%.
• Malatión al 0,5%. Se utiliza para tratar los casos resistentes a permetrina y piretrina. Este tratamiento es más largo de aplicar. La loción debe extenderse sobre el pelo seco y debe permanecer en el cabello durante 8-12 horas antes de aclararla. En general suele ser suficiente con una sola aplicación, aunque si se visualizan piojos en los 7-9 días tras el tratamiento se puede realizar una segunda. Algunos ensayos clínicos han demostrado tratamientos eficaces con aplicaciones de 20 minutos. El malatión tiene mal olor y es potencialmente inflamable, se debe evitar utiliar secadores de pelo u otros aparatos eléctricos, o fumar tras la aplicación de la loción. Si se observase irritación de la piel tras aplicar la loción, o si esta entra en contacto con los ojos, se debe lavar inmediatamente la zona con agua. Asimismo, es necesario lavarse las manos después de haberla aplicado. Se puede utilizar a partir de los seis años de edad y está contraindicado en niños meñores de dos años.
• Lindano. El lindano no resulta una alternativa segura, puede ser tóxico para el sistema nervioso central en caso de absorberse. Su aplicación tópica se ha asociado a efectos secundarios graves entre los que destaca la aparición de convulsiones que, en algún caso, han llevado a la muerte. En general, los efectos secundarios aparecen tras aplicaciones repetidas de la solución de lindano pero, en casos raros, lo hacen tras una única aplicación. El lindano está contraindicado en pacientes con enfermedades de la piel como dermatitis atópica o psoriasis que puedan asociarse a una mayor absorción del producto. En caso de utilizarse, se debe aplicar una sola vez, evitando volver a tratar. La solución se debe dejar en el cabello durante 4 minutos y aclarar inmediatamente después. Para su aplicación se deben utilizar guantes poco permeables (nitrilo, vinilo, neopreno) y, tras la aplicación, debe realizarse un lavado de manos a fondo.

Productos tópicos no pediculicidas

• Alcohol de bencilo. La loción de alcohol de bencilo actúa asfixiando a los piojos mediante la obstrucción de sus vías respiratorias. Se debe aplicar abundantemente durante 10 minutos sobre cabello y cuero cabelludo secos y aclararla después con agua. El tratamiento debe repetirse a los 7 días. Puede producir irritación del cuero cabelludo, de la piel y de los ojos. Está contraindicado en niños menores de seis meses.
• Productos oleosos siliconados. Son muy eficaces; se aplican sobre el cuero cabelludo cubriendo piojos y liendres. Forman una película que obstruye las vías respiratorias de los piojos ocasionándoles la muerte por asfixia. No son tóxicos ni generan resistencias.

Es difícil recomendar uno u otro producto debido a la gran variabilidad en las resistencias de los piojos. En principio no se recomienda utilizar el lindano debido a su potencial toxicidad y a su escasa eficacia; todos los demás son opciones razonables. La decisión de cual utilizar depende de las resistencias locales, los efectos adversos, la edad y la tolerancia del paciente. En niños pequeños la opción más razonable es el peinado con lendrera con el pelo mojado. Los productos de permetrina al 1% no se recomiendan en niños menores de dos meses y el alcohol de bencilo no debe emplearse en menores de seis meses. El malatión está contraindicado en menores de dos años.

Medicación oral: ivermectina. Su uso para la pediculosis no está aprobado en España. En algunos países se utiliza en los pacientes resistentes al tratamiento local. Es un medicamento bien tolerado que no debe usarse en mujeres embarazadas ni en niños que pesen menos de 15 kg.

En caso de resistencia al tratamiento tópico se ha utilizado también tratamiento con un antibiótico, trimetroprim-Sulfametoxazol, añadido a la permetrina tópica.

Eliminación mecánica de piojos y liendres. Para su realización el pelo debe estar mojado y lubricado con suavizante, aceite de oliva o vinagre, para deshacer el cemento de unión entre las liendres y el cabello. Cada sesión debe prolongarse hasta que no se encuentren piojos, y debe repetirse cada tres o cuatro días durante varias semanas, prolongándose en dos semanas adicionales cada vez que se encuentre un piojo adulto. Cada sesión puede durar de 15 a 30 minutos, o incluso más en caso de cabellos largos y gruesos.

Otras consideraciones

Fallo del tratamiento. Las causas más frecuente de fallo son la falta de continuidad con el tratamiento y el contacto mantenido con pacientes infestados no tratados. Si a las 24 horas de la aplicación de un producto los piojos permanecen vivos, debe cambiarse de producto. El aumento de las resistencias a los tratamientos tópicos se está convirtiendo en un problema en algunos lugares.

Vuelta al colegio. En general los piojos están presentes desde semanas antes de su detección. Además, la mayoría de los niños con liendres no desarrollan infestación activa. Los niños afectados deben ser tratados con rapidez y pueden volver al colegio tras la primera aplicación del tratamiento tópico, independientemente del hallazgo de liendres restantes. El hallazgo exclusivo de liendres no es indicación para faltar al colegio.

Como evitar la reinfestación. Para disminuir el riesgo de reinfestación se debe revisar al resto de componentes de la familia y de personas que vivan en el domicilio, las cuales deberán ser tratadas si se encuentran piojos vivos. Los compañeros de cama deben tratarse de forma preventiva. La supervivencia de los piojos durante más de 48 horas fuera del cuero cabelludo es poco probable. La ropa de cama, las toallas y las prendas de vestir usadas los 2 días previos al tratamiento se deben lavar a máquina en agua caliente y secar en secadora a temperatura alta. Las alfombras deben ser aspiradas cuidadosamente. Los objetos no lavables pueden limpiarse en seco o colocarse en una bolsa de plástico sellada durante 2 semanas. Los cepillos y los peines se deben limpiar con agua caliente y jabón, pudiéndose aplicar el mismo pediculicida que se haya utilizado con el paciente.

El uso indiscriminado de lociones y champúes para “prevenir” la aparición de piojos solo conduce a la creación de resistencias a sucesivos tratamientos.

El uso de productos repelentes de piojos (productos que mantienen alejados a los piojos hasta 4 días aunque no los matan) puede ser de utilidad en situaciones de riesgo. Se aplican sobre el cabello seco para humedecerlo y se dejan secar. Si se lava el pelo, pierden su acción y deben aplicarse de nuevo. No producen daños en la salud.