El año 2014 ha sido un año complejo para la Sanidad en su conjunto, aspectos como las dificultades de solvencia y sostenibilidad del sistema, el debate político acerca de la Sanidad, centrado en la externalización de la gestión y en las diferentes formas de colaboración público-privada, las diatribas sobre la insuficiencia financiera del modelo Muface, el incremento del IVA motivado por la aplicación de la directiva europea, la reforma fiscal con todos sus aditamentos relacionados con el sector, los cambios en el ministerio y en las comunidades autónomas, los retos que supone articular adecuadamente la sanidad transfronteriza, los fenómenos de concentración del sector, etc., son aspectos que sin duda han marcado el perfil de este año incierto cargado de dificultades y que sin duda suponen un reto de cara al futuro.
Los cambios que se han producido a nivel institucional tuvieron su respuesta desde IDIS y lo que planteamos está basado en la confianza en que, desde el Ministerio y las instituciones, se siga teniendo en cuenta la relevancia de la aportación que hace este sector al sistema sanitario y a sus pacientes. Así mismo, se espera que sea una prioridad la búsqueda de modelos novedosos de colaboración y sinergias que aporten calidad y eficiencia al sistema, basados en la suma de esfuerzos y en el aprovechamiento de las oportunidades y los recursos; todo ello, con el objeto de mejorar los resultados en salud en un entorno sostenible. IDIS confía asimismo, en la continuidad del impulso de iniciativas que mejoren la gestión del sistema, y anima a seguir trabajando en el área de la interoperabilidad entre el sector público y privado y los distintos agentes que intervienen en el sector sanitario a fin de ir hacia una integración total del sistema alrededor del paciente. Por último, esperamos que sigan los esfuerzos para promover la implantación de la e-health, para tener en cuenta las posibilidades de actuar y mejorar sobre los procedimientos y procesos a través de las nuevas tecnologías.
Los retos para 2015 vienen de la mano de la perseverancia en la senda de la reforma necesaria del sistema en su conjunto, una reforma que bajo nuestro punto de vista debe pivotar sobre cinco ejes fundamentales: la adecuación de infraestructuras y equipo a la nueva realidad poblacional de nuestro país, generando centros de media y larga estancia que puedan atender adecuadamente a una población envejecida creciente; una definición del catálogo de prestaciones acorde con la realidad presupuestaria que dote de sostenibilidad y solvencia al Sistema; una actuación decidida sobre la gobernanza procurando escenarios de eficiencia en base a calidad y resultados de salud; un mayor empoderamiento del paciente e implicación en la gestión de su propia salud a la par que se fomenta la conciencia del buen uso sanitario y un impulso decidido a nuevas formas o modelos de colaboración público-privada que refuercen y complementen a las ya existentes.