La Universidad de Barcelona (UB) es una universidad pública líder en España, tanto en lo que se refiere a la oferta académica como a la investigación, transferencia e innovación, gracias a su apuesta por la calidad. Este liderazgo se ve reconocido en por la posición que ocupa la UB en las principales clasificaciones internacionales. La UB está plenamente comprometida con la sociedad a la que servimos. La UB tiene más de cinco siglos de historia. Es una universidad con casi 100.000 personas que compartimos valores como la libertad, democracia, justicia, igualdad y solidaridad. Tenemos una estrecha vinculación histórica con la ciudad de Barcelona y con Cataluña, y al mismo tiempo somos una universidad global y una de las impulsoras de la nueva universidad europea.

La Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona (FMiCS-UB) es una parte importante de la UB: nosotros somos UB. La facultad, como tal, data de 1843, cuando se transformó el Colegio de Cirugía y se construyó la sede en la calle del Carmen en Barcelona. En 1906 la facultad se trasladó al edificio histórico actual, en la calle Casanova, donde con el Hospital Clínic de Barcelona conforma el Campus Clínic. En 1980 se amplió con una nueva sede ubicada junto al Hospital de Bellvitge, que constituyó el Campus Bellvitge. También el Campus Sant Joan de Déu, en el entorno del hospital pediátrico de Sant Joan de Deu, es parte de la FMiCS-UB.

La FMiCS-UB tiene como misión prestar un servicio público en las titulaciones de Medicina y Ciencias de la Salud, formando profesionales excelentes, comprometidos y éticos, que puedan desarrollar una tarea asistencial y de investigación de calidad y que hayan aprendido a aprender, lo que les permitirá adaptarse a un mundo en constante evolución y dar mejor respuesta a las demandas de la sociedad.

En la facultad se imparten más de un centenar de titulaciones: 5 grados, 12 másteres universitarios, 122 posgrados y 3 programas de doctorado. Es una de las ofertas académicas más potentes de toda España en el ámbito de la salud. Entre nuestros estudios se incluyen los grados de Medicina, Odontología, Podología, Ciencias Biomédicas e Ingeniería Biomédica. Tratamos de ser una facultad de excelencia en la formación de los profesionales de la medicina y de las ciencias de la salud, creando sinergias entre la docencia, la investigación y la práctica asistencial.

Muchos años de trabajo, esfuerzo y dedicación, con buenos resultados, nos han llevado a convertirnos en una de las facultades de referencia mejor valoradas en España y en el ámbito internacional. La pregunta es por tanto ¿qué factores pueden contribuir a los buenos resultados de la FMiCS-UB?. La respuesta no es fácil y puede ser en parte subjetiva, pero vamos a tratar de desglosarla.


Liderazgo en investigación


El trabajo bien hecho de todas las personas implicadas en la asistencia, docencia e investigación ha llevado a la FMiCS-UB a ser la primera facultad del Estado y una de las mejores de la UE en distintas clasificaciones internacionales que publican organismos independientes, en las que el componente de investigación y las publicaciones biomédicas tienen un peso importante. 

El profesor Joan Rodés, con el que tuve el privilegio de colaborar, utilizaba esta frase "Allí donde no hay visión, el pueblo desaparece" (Libro de los Proverbios, 29:18). Su visión fue aproximar la investigación biomédica a la asistencia y la docencia, para poder aplicar los resultados en beneficio de los pacientes. Hoy, gracias a muchas personas, la FMiCS-UB participa activamente en diferentes estructuras muy potentes en investigación biomédica, como son el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC), el Instituto de Neurociencias de la UB, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), el Instituto de Investigación de Sant Joan de Deu (IRSJD), el Instituto de Investigación en Biomedicina (IRB) y el Instituto de Investigación en Bioingeniería de Cataluña (IBEC). La UB forma parte de la LERU (League of European Research Universities) una asociación de 24 universidades de investigación intensiva que comparten los valores de la docencia de alta calidad. Actualmente, la UB es la única universidad española que forma parte de esta asociación.

En la FMiCS-UB promovemos y valoramos especialmente los méritos y la excelencia profesional, que nos permite poder alcanzar buenos resultados en la actividad académica e investigadora, y aplicarlos luego en beneficio de la sociedad. Un ejemplo: los programas de doctorado de la facultad son muy importantes: se presentan y defienden cada año alrededor de 150-200 tesis doctorales de alto nivel, todas ellas con publicaciones en revistas biomédicas de impacto.


"Tratamos de formar profesionales sanitarios excelentes que, además, sean buenas personas, empáticos y humildes"



Liderazgo en docencia


La FMiCS-UB está acreditada por la WFME (World Federation of Medical Education). Somos una de las facultades más solicitadas en todos los grados, con la nota de acceso más alta de Cataluña en la mayoría de ellos. Somos también una de las facultades con mayor porcentaje de alumnos de Medicina que superan cada año la prueba MIR en buena posición y obtienen una plaza para llevar a cabo su residencia.

Tanto el personal docente como el de gestión, administración y servicios trabajamos conjuntamente para ofrecer el mejor servicio posible al alumnado. Este capital humano constituye una de las claves del éxito de una facultad en la que los alumnos implicados en su formación pueden encontrar la respuesta adecuada a sus expectativas, que incluye un amplio programa de intercambios internacionales con universidades de prestigio. Tratamos de formar profesionales sanitarios excelentes que, además, sean buenas personas, comprometidos, empáticos, humildes y éticos, que valoren el trato educado y amable hacia todas las personas y adquieran los valores del profesionalismo sanitario.


Docencia práctica asistencial


Probablemente una de las claves de los buenos resultados de aprendizaje se basa en un principio simple: el objetivo de la facultad, en lo que a Medicina se refiere, es formar buenos médicos. No formamos especialistas (para eso está la Formación Sanitaria Especializada). La formación médica básica, entre otras muchas cosas, requiere contacto próximo con la realidad asistencial, que es diversa, compleja y múltiple.

En la etapa clínica (a partir de tercer curso en nuestro caso) los alumnos se forman con los mejores profesionales asistenciales, tratan con los pacientes y sus familias y trabajan en equipo con otros profesionales. Pueden aprender mucho de todos ellos, incluyendo buenos y malos ejemplos. Para nosotros, el denominado “curriculum oculto” (lo que no se ve, pero se aprende trabajando cada día en un centro sanitario), es fundamental. Tratamos de inculcarles el valor del aprendizaje continuo para una adecuación óptima de cualquier profesional a los cambios y múltiples retos de su entorno que deberá afrontar. También fomentamos la creación y desarrollo de nuevas metodologías y actividades docentes, con especial énfasis en al aprendizaje práctico mediante técnicas de simulación avanzada y otras similares.

Nuestra facultad ha hecho y hace una apuesta decidida para integrar en la docencia a numerosos centros sanitarios. Trabajamos en red y en colaboración. Hoy la FMiCS-UB incluye 5 hospitales universitarios (Clínic, Bellvitge, Mutua de Terrassa, Sant Joan de Deu y Moises Broggi), 14 hospitales o instituciones sanitarias asociadas, 43 centros de asistencia primaria (CAP), varios centros sociosanitarios y centros de salud mental, un Hospital Odontológico propio (UB) y un Hospital Podológico también propio (UB). Todos están dotados con infraestructura básica para la docencia y la investigación. En un día lectivo cualquiera, más del 50 por ciento de los alumnos de Medicina de nuestra facultad están aprendiendo y formándose en estos hospitales y centros de Atención Primaria.

Esta “red asistencial UB” permite optimizar la relación entre pacientes, docentes y alumnos para impartir la mejor docencia práctica posible. El trabajo docente (enseñar el oficio de médico) de los centenares de profesores asociados médicos y de otros tantos centenares de colaboradores docentes (que aceptan, gratis pro Deo, incorporar y supervisar a los alumnos en su actividad asistencial diaria) merece mucho más que nuestro reconocimiento, admiración y respeto. Forma parte esencial de nuestros valores, de nuestro código deontológico y del juramento hipocrático moderno que realizan los alumnos de Medicina el día de su graduación: “Respetaré todos aquellos avances y progresos de la ciencia alcanzados por los médicos que me han precedido en el camino que ahora inicio, y también sabré compartir con alegría todo el conocimiento, como si fuera mío, con todos aquellos que me tienen que seguir.”

La facultad trabaja y colabora con la administración sanitaria y con el Colegio de Médicos de Barcelona y el Consell de Col.legis de Metges de Catalunya en todo aquello que contribuye a la definición del perfil de los graduados que mejor se adapte a lo que pide la sociedad en las diferentes profesiones sanitarias, el verdadero reto de cualquier facultad de medicina y ciencias de la salud.
Responsabilidad, colaboración, convivencia y solidaridad: Trabajamos siempre bajo estrictos estándares de ética, transparencia y rendición de cuentas. Tenemos convenios con diferentes instituciones y empresas para desarrollar áreas concretas de interés mutuo con una orientación específica, tanto docente como tecnológica o de investigación.

El respeto, la tolerancia, la autonomía y el compromiso de todos son nuestros principios rectores en las relaciones con toda la comunidad universitaria. Somos una facultad inclusiva que trata de proporcionar el ambiente adecuado para la igualdad de todos sus miembros. Tratamos de transmitir una visión realista y solidaria del mundo y, en particular, de nuestra sociedad. Los alumnos de la facultad están muy bien organizados, trabajan en equipo, acogen a los recién ingresados y participan democrática y activamente en la vida académica y social de la facultad. Son autónomos, independientes y responsables de todo un conjunto de actividades distintas que impulsan y desarrollan cada año con éxito. Es un privilegio compartir con ellos el día a día y verlos convertirse en buenos profesionales.


Retos a futuro de la UB para Medicina


Pero no todo, ni mucho menos, es perfecto. Tenemos muchos retos por delante, en buena parte comunes a todas las facultades de Medicina de España, como pueden ser la necesidad de demostrar la capacidad de introducir cambios necesarios (nuevas tecnologías docentes, realidad virtual, simulación clínica, inteligencia artificial), planificar bien el relevo generacional del personal docente e investigador y del personal técnico, de administración y servicios, reducir y simplificar la carga administrativa, ser más ágiles en muchos aspectos de la organización, lograr una mayor internacionalización del grado y postgrado, buscar fórmulas para la conciliación de nuestra vida familiar y profesional, preservar y garantizar la mejor salud física y mental posible todos nosotros, disponer de espacios adecuados y gestionarlos eficientemente, ser también una institución líder en la lucha contra el cambio climático, sostenible energéticamente y alineada con el respeto y mejora del medio ambiente y, en definitiva, abrirnos aún más a la sociedad que nos rodea, escucharla atentamente y hacerla partícipe de nuestras ilusiones, problemas y proyectos.

"Para nosotros el currículum oculto, aquello que no se ve y se aprende cada día en un centro sanitario, es fundamental" 



Para finalizar, permítanme tres reflexiones personales, que quizás pueden incidir en los buenos resultados de la facultad:

Primero. Estudiar, enseñar o investigar en una institución reconocida o líder en algunos aspectos concretos es un honor, un motivo de orgullo y una gran responsabilidad. Obviamente competimos con todas las facultades de Medicina y Ciencias de la Salud, todos en busca de la excelencia y siempre desde el respeto y trato entre iguales que todos merecemos. En el golf (deporte que practico, aunque bastante menos y bastante peor de lo que desearía…) cada jugador compite contra el campo para obtener el mejor resultado posible. A las personas que comparten el partido contigo se les denomina “fellow competitors” (es un deporte muy británico…): son tus compañeros competidores. No son adversarios, ni rivales. Son compañeros que también compiten. Todas las facultades de medicina somos compañeros competidores. Un ejemplo: este año hemos puesto en marcha una serie de iniciativas docentes conjuntas con la facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, uno de nuestros más queridos compañeros competidores.

El excelente trabajo que realiza la Conferencia de Decanas y Decanos de las Facultades de Medicina de España es una buena prueba de que solo juntos podemos reivindicar y obtener respuesta a muchos problemas que compartimos y que, como se ha venido advirtiendo, pueden condicionar negativamente la progresión e incluso amenazar la supervivencia de un buen sistema formativo universitario en Medicina y Ciencias de la Salud.

Segundo. El trabajo en equipo, la confianza en el equipo, es esencial. La confianza y la generosidad entre personas son el cimiento de las organizaciones. En la relación entre todos los miembros de la facultad, incluyendo por supuesto a los alumnos, esta confianza, que es difícil lograr, más difícil mantener y muy fácil perder, es fundamental para obtener mejores resultados. Una orquesta en la que todos son grandes solistas pero que tocan por libre puede sonar desafinada. Es la orquesta en su conjunto, trabajando en equipo, la que puede obtener un mejor rendimiento y armonía de mayor calidad. Confianza es una palabra clave.

Tercero. Mantener una buena relación con las instituciones sanitarias y con el sistema de salud es importante. Lo mismo vale para las relaciones entre la facultad de Medicina con la Universidad y su equipo de Gobierno. Nuestro Rector siempre nos dice que no paramos de repetirle que “los médicos somos diferentes”. Es cierto: somos diferentes. Ni mejores ni peores que otros profesionales, pero diferentes en aspectos relevantes para la docencia y la formación, entre ellos la necesaria implicación y participación de los mejores profesionales asistenciales en la enseñanza de la medicina y ciencias de la salud. Hay que promocionar, proteger y cuidar esta cantera, facilitando su acceso a la carrera docente, si es el caso, y facilitar especialmente que se entienda y acepte que ser médico, por ejemplo, comporta necesariamente la posibilidad de realizar tareas docentes y de formación asociadas a su trabajo asistencial diario, que siempre irán en beneficio de los futuros profesionales.

Yo estudié en la Facultad de Medicina de la UB, hice la residencia MIR en el Hospital Clínic, trabajo como médico en el mismo Clínic desde hace más de 40 años y hace muchos años que soy profesor de la UB e investigador de ISGlobal. No son aspectos distintos ni independientes: forman parte de una misma vida profesional, dedicada a la asistencia, la docencia y la investigación, en la que he podido aprender y sigo aprendiendo muchas cosas de muchos profesionales y alumnos. Esta posibilidad debe estar al alcance de todos aquellos que así lo deseen y se esfuercen para lograrlo. Cruzar cada día uno de los dos puentes que conectan el tercer piso de la facultad de Medicina con el Hospital Clínic, cosa que debo haber hecho centenares de miles de veces, es pasar sin solución de continuidad y sin ningún problema, de una a otra realidad, que de este modo se enriquecen y potencian conjuntamente.

La historia, el prestigio, las personas, el talento, la colaboración interdisciplinaria, el conocimiento de la realidad local y global, el trabajo en equipo y en red, la visión de futuro, la confianza y una inquebrantable voluntad de servicio a nuestra sociedad son algunos de los factores que pueden explicar los buenos resultados de la facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, resultados que afortunadamente compartimos con muchas otras facultades de Medicina de las Universidades de nuestro país. Hay que seguir trabajando cada día, todos los días.