El presentador de Cuatro recibe a La Revista en la redacción de Mediaset.
La adrenalina que desprende durante más de tres horas delante de la cámara no se calma cuando se apaga la luz de directo. Tiempo después de despedir el programa aún da instrucciones, se levanta de la mesa o manipula su (inseparable) iPad en busca de algo concreto, a la vez que mira de reojo las pantallas donde emite la competencia. Mientras abandona el plató y recorre los pasillos de Mediaset ya ha bajado una marcha, pero se dirige a redacción con el ansia de quien aún tiene mucho que contar y mucho por preparar para el día siguiente.
Javier Ruiz se quita entonces la chaqueta de
presentador de ‘Las Mañanas de Cuatro’ y se viste la del periodista incansable, la de quien baja al barro en busca del último dato al que sacarle punta pero también la de aquel joven valenciano que vino a Madrid por su vocación y hoy acelera el paso y mira hacia otro lado con disimulo al pasar por delante de su enorme foto en la pared de los presentadores de la cadena de Fuencarral. Allí recibe a LA REVISTA de
Redacción Médica para valorar la situación actual de la sanidad, mojándose en su defensa de la pública; para explicar su experiencia como “enfermo crónico” según su propia definición, y también para analizar cómo es la gestión que los políticos hacen de la cartera sanitaria en sus programas y presupuestos.
¿Qué tiene que pasar en Sanidad para que tenga espacio en un programa como el suyo?
Lo que tiene que pasar en Sanidad para que entre en ‘Las Mañanas de Cuatro’ es que afecte a la gente. Eso es lo único que es imprescindible. Un recorte, u ojalá, un aumento de dotación presupuestaria, eso tiene cabida. Una batalla política o de políticos probablemente no, pero todo lo que afecta a la gente entra, especialmente los recortes. Hace unas semanas hemos tenido a los portavoces de la sanidad pública, así que cualquier cosa que afecte a la gente. Ojalá que para bien, por lo general suele ser para mal.
El periodista valenciano en la redacción de Mediaset, donde explica cómo ve las políticas presupuestarias en materia sanitaria. .
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¿Cree que siempre que se habla de Sanidad es con un interés de manipulación política?
Depende de quién hable, quién sea el portavoz. Hay portavoces que tienen intereses y hay portavoces que tenemos intención de informar. Los hay con intención de propaganda y los hay con intención de información. Nosotros no utilizamos esto para la propaganda política, lo utilizamos como un argumento de debate político más, como un argumento de debate público más.
¿Cuál ha sido su relación con la sanidad a lo largo de su vida?
Mi relación a lo largo de mi vida entera ha sido de dependencia. He tenido un largo historial clínico y me ha hecho firme defensor de una sanidad, y es la sanidad pública en este caso.
¿Por qué considera que una enfermera le ha salvado la vida?
Yo padezco diabetes, con 18 años me la detectó una enfermera. Los médicos que estaban entonces pensaron que era estrés. Era una enfermera en prácticas además en un centro ambulatorio la que me detectó la enfermedad. Si llega a ser por los diagnósticos médicos de entonces, mal. Así que yo agradezco a esa enfermera, agradezco a la sanidad pública.
¿Es de los que ante cualquier dolencia corre al médico o es más de automedicarse?
Para ser enfermo crónico yo no voy al médico jamás. Creo que la medicina occidental no está lo suficientemente bien valorada pero por los demás, yo no acudo casi nunca.
¿Cuándo ha sido la última vez que ha ido al médico?
Tuve una emergencia relativamente grave hace 3 o 4 meses y me forzó a ir. Hace cuatro meses que fui, pero antes hacía 4 o 5 años que no iba.
¿Cómo de actualizado se considera respecto a la política sanitaria actual?
Respecto a las políticas presupuestarias mucho. Respecto a los diagnósticos médicos y los avances médicos, más bien poco. Pero en el debate de lo público no solo creo estar informado, creo además que hay un cierto interés en que la gente no lo esté, en que ciertos sectores de población no sepan lo que está pasando. Creo que los medios de comunicación tenemos una obligación moral, la de informar sobre cuestiones que afectan a la ciudadanía, la sanitaria fundamentalmente.
¿Sanidad pública frente a sanidad privada, siempre?
Casi siempre, siempre que lo desee el paciente, siempre que sea una elección. Yo no soy contrario a la sanidad privada. La sanidad privada por defecto o por ausencia de sanidad pública es lo que a mí me rebela. Yo no tengo ningún problema con la sanidad privada, para el que se la quiera pagar. Lo que sí me molesta es que sea una única opción, o una opción extendida a pesar de quien tiene que ir a ella. Si alguien desea ir a la pública tiene que poder ir a la pública. Sin listas de espera extendidas, sin recortes disuasorios y sin políticas que hagan que la sanidad privada no sea una opción sino un remedio, no quede más remedio que ir a ella.
El presentador en la mesa que modera cada mañana en Cuatro.
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¿Cuál cree que ha sido el principal logro de las Mareas Blancas?
Creo que poner el tema de los recortes sanitarios encima de la mesa. Creo que los temas de presupuesto sanitario, precio farmacéutico y dotación económica es uno de esos temas extraordinariamente oscuros, muy difíciles de acceder salvo para especialistas. El hecho de que lo hayan llevado a la calle y que hayan hecho que la gente sienta lo que está viviendo es uno de los grandes logros, popularizar lo que es una cuestión que quizá no era popular, pero era relevante.
¿Usted que está al día de los programas políticos cuando llegan elecciones… cree que a la sanidad se le da el peso que demanda? ¿Son las medidas poco concretas?
Creo que los programas electorales contienen mucho y que importan poco. Creo que en materia sanitaria como en todas las demás –porque ocurre lo mismo en materia fiscal, en materias de dependencia, en materias sociales, en materias de empleo- hay grandes y largos programas q suelen reducirse en cortas y menguantes frases, con lo cual, hay mucho debate, sin duda. ¿Cala? Lo dudo mucho. La sanidad no es lo que decide el voto. Debiera serlo, pero no es lo que decide el voto.
¿Cree que los políticos serán capaces de sentarse a firmar un Pacto por la Sanidad?
Quiero ser optimista respecto a los pactos de Estado. Primero, porque necesito creerlo, y segundo porque creo q no van a tener otro remedio. Las urgencias demográficas son tales que no va a quedar más remedio que llegar a esos acuerdos. Hay una urgencia en materia de pensiones, en gasto sanitario, cada día más urgente aún por la mayor longevidad. Son cuestiones que no es que no se estén alcanzando, sino que no lo están haciendo todavía. Tarde o temprano van a tener que llegar, porque no hay otra forma de solucionar esto que los acuerdos de Estado. Las políticas de partido no van a solucionar esto, y las reformas y contrarreformas tampoco. Yo creo que vamos a llegar a ese punto. Lo que no sé es cuándo.
"He tenido un largo historial clínico y me ha hecho firme defensor de la sanidad pública", confiesa.
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Presenta un programa de actualidad de más de tres horas diarias… ¿Cómo le ha cambiado la vida?
Me ha quitado la vida, ¡me la ha robado! Lo peor de todo es que uno está encantado. Igual que hay enfermos de lo suyo, yo lo estoy de esto, yo soy enfermo de la actualidad. Digo que esto te quita la vida pero te da un palco de primera fila para ver lo que está pasando. Yo digo que ‘Las Mañanas de Cuatro’ me está robando la vida pero me la está dando también.
¿Dónde se ve en 10 años?
Asumo que en uno de esos hospitales públicos o de esos sanatorios diciendo ‘Javier, reposa de este ritmo, es insostenible’.
¿Es de los que morirán con las botas puestas por incapacidad para retirarse?
No te quepa duda. Yo si puedo, si no hay una presión política, empresarial o un empujón, me gustaría jubilarme sin jubilarme. Yo no quiero dejar de perder el pulso informativo nunca.
¿Qué le quita más el sueño y qué mira más a menudo, los datos de audiencias o su cuenta bancaria?
Los datos de audiencia, mucho más, y las curvas de audiencia mucho más. ¡Todo lo demás es secundario! (Ríe). La gente que vive para esto, vive para esto. Luego además está el dinero, que lo agradecemos mucho, pero que no es lo que mueve esto. A los que nos gusta, nos mueve la información, la actualidad, la última hora. Yo cada vez que aparece un rótulo de ‘última hora’ me siento pagado. Luego además agradezco la nómina, pero creo que estamos aquí por otra cosa, y no es por el dinero. No conozco a periodistas ricos, o por lo menos no conozco a periodistas ricos y honrados.
EN CORTO
Un libro
'Patria', de Fernando Aramburu.
Una película
'El invisible Harvey', de Henry Koster.
Una canción
'Money for Nothing', de Dire Straits.
Una ciudad para vivir
Nueva York.
Una ciudad para viajar
Creo que cualquiera.
Un objeto imprescindible
iPad (con conexión).
Un personaje de tu vida
Mis padres.
Un personaje histórico
Benjamin Franklin.
Un equipo de fútbol
Tengo obligación moral de decir que el Valencia porque soy de allí, pero no soy especialmente futbolero.
Un lema
Periodista, pese a todo.
Qué le hace feliz
Mi trabajo.
¿Sería posible pasar un día sin smartphone sin morir en el intento?
MMM (lo piensa…) No? Yo tengo la anécdota de estar afeitándome con el manos libres, de que se me caiga el teléfono dentro de la pila, que se moje, y acudir a una cena con un teléfono mojado y no estar en la cena, estar con mi teléfono viendo si consigo recibir las últimas horas. Creo que la tecnología está sobrevalorada pero para mí no, yo la necesito como una droga en vena.
¿Cómo lleva la popularidad en la calle?
No la llevo. Creo q la gente consideraba popular a quien salía por la tele hace 30 años. Igual que ha aumentado el conocimiento en lo económico o en lo médico, creo que en lo mediático también. No considera nada extraordinario que yo en concreto salga por la tele. La popularidad es la de los actores, las celebridades… los periodistas creo que no somos populares. Somos conocidos, pero no me ha pasado nunca que alguien te pare a decirte ‘qué grande eres’… no.
¿Qué hace Javier Ruiz en su tiempo libre, si lo tiene?
Probablemente consumir información, leer la prensa, pero yo me reivindico a mí mismo: hay una diferencia entre leer la prensa contra el reloj, que es lo que hacemos todos los días, leer los medios, acudir contrarreloj a las últimas horas, y leer la actualidad con el reloj. Decir ‘tengo dos horas por delante, voy a leerme un periódico en dos horas, y luego puedes leer otro. Con lo cual, yo mi tiempo libre lo suelo dedicar a las cosas que me gustan, esto es una cosa que me gusta y suelo dedicarlo también a esto pero insisto, no contra el reloj, sino con el reloj al lado y disfrutándolo.
¿Qué le queda por conseguir de aquello que soñaba cuando entró a la facultad de periodismo?
Me queda por conseguirlo todo, yo no soy de los que creen que haya empatado con nadie. Soy de los periodistas que dicen que el periodismo empieza todos los días a las 6 de la mañana y que acaba todos los días a las 10 de la noche cuando te vas a dormir, y que al día siguiente tienes que volver a empezar y volver a demostrar. Yo digo que a mí me queda por conseguir todo, creo que he hecho cosas a lo largo de mi carrera y hay tantas que me gustaría hacer… de cobertura sobre el terreno, de desplazamientos y entrevistas que querría hacer, de programas que me gustaría estructurar, de tantas cosas que sigo diciendo que a las 6 de la mañana empieza tu periodismo y todo lo que has hecho antes vale casi nada. A mí me queda casi todo por hacer.
Supongamos que un muchacho de la misma edad que usted entonces se plantea seguir sus pasos. ¿Le anima o le hace recapacitar?
Yo a quien quiera hacer periodismo le diría ‘adelante’. El periodismo no está muerto, hay quien lleva matándolo demasiados años y aquí sigue. Le diría ‘adelante’ porque el periodismo va a ser lo que ese chaval quiera que sea. No hay un meteorito, hay una crisis sobre el periodismo, pero el periodismo es lo que hagamos nosotros de él. No se muere si no queremos. Si los periodistas seguimos batallando, el periodismo sigue viviendo. Si nos rendimos y copiamos y pegamos notas de prensa estamos hablando de otra cosa, con lo cual, a alguien que quiera ejercer la profesión yo le diría ‘adelante’. Porque además es la profesión más divertida del mundo, no se lo va a pasar mejor haciendo nada más que esto, si le interesa y le gusta esto lo va a disfrutar, y dos, además esto puede ser honesto. Hay periodistas que no lo son, pero si uno es periodista debe ser honesto y puede ser honesto. Con lo cual si alguien quiere ser periodista yo le diría que no escuche a los que matan la profesión.
Vista general del plató de televisión donde todas las mañanas Javier Ruiz modera.
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