Antoni Comín, en primer plano, se fotografía con Carles Puigdemont, Raül Romeva y otros miembros del Gobierno catalán.
“Amor. Cultura. Y luego diré una cosa, Sant Jordi es un símbolo de coraje”. Con esta arenga, el consejero de Salud, Antoni Comín, animaba a firmar el pacto por el referéndum secesionista durante la celebración de un Sant Jordi más sanitario de lo habitual y
que no quiso desaprovechar como oportunidad para la propaganda política. Equipado con una rosa roja sobre la solapa de su americana, Comín acompañó al equipo de Gobierno en los
diferentes actos institucionales -selfie incluido- que protagonizó la Generalitat. Pero fue una vez fuera de los focos puramente políticos cuando el
conseller quiso dejarse ver por varias iniciativas voluntarias, como la unidad de donación de sangre o fotografiándose para una organización que lucha contra la marginación de los ancianos.
Dos retratos estilo 'campaña electoral' (suenan campanas de fin de legislatura) para un día lleno de emociones tanto para Comín, que tocó todos los palos políticosanitarios posibles, como para Enfermera Saturada (
@EnfrmraSaturada), y es que su creador y autor se encontraba firmando libros y tuvo que recurrir a sus conocimientos en primeros auxilios para desobstruirle la tráquea a un niño
que se estaba atragantando con un caramelo. Todo un carrusel sanitario para una jornada que tuvo anécdotas y sobre todo, política...
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