El expresident, Carles Puigdemont, junto al exconsejero de Salud, Antoni Comín.
“Cataluña
ha seguido el ritmo del resto de comunidades autónomas en la organización de la
OPE nacional de sanidad”. Son palabras de fuentes que conocen de primera mano el trabajo que se ha realizado para organizar
la mayor oferta de empleo público sanitario de la historia de España. Claro que estas mismas fuentes reconocen que esa labor
no ha sido gracias a los representantes políticos catalanes, capitaneados hasta finales de octubre por el cesado Antoni Comín.
“Han sido los técnicos funcionarios, conscientes del problema de empleo sanitario de Cataluña, los que han remado para que la OPE también allí saliera adelante”, admiten dejando caer que en Cataluña, para necesidades estructurales, la desvencijada política ha sido
superada ya por una suerte de tecnocracia del bien común…
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