Carlos Piserra, adjunto a la dirección de Salud del Servicio Riojano de Salud, junto al jefe de Servicio de Farmacia del Hospital San Pedro, José Ignacio Torroba.
22 nov. 2016 9:10H
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La sanidad riojana, consciente de administrar una región pequeña, ha apostado por establecer “pactos de objetivos” como una suerte de “primera aproximación” a lo que en otras comunidades se han llamado pactos de gestión. “En total, hemos establecido 30 pactos con atención especializada y 20 con Atención Primaria”, explica Carlos Piserra, adjunto a la dirección de Salud del Servicio Riojano de Salud.
El directivo afirma que han dividido la intención de los pactos en cinco grandes campos “para hacerlos más sencillos y facilitar el seguimiento de que se cumplen”. El primero es la “accesibilidad”, ya que el objetivo es “mejorar la espera media para primeras consultas y cirugías, así como las consultas, atención domiciliaria y cronicidad en Primaria”, explica. En segundo lugar está “la no desprogramación”, que pretende evitar “cambios en las citas, tanto de especializada como de Atención Primaria, que complican mucho la rutina de los pacientes”.
En tercer lugar, la Consejería dirigida por María Martín aboga por manejar "la sostenibilidad con el control gasto farmacéutico, aunque también con otras inversiones como en prótesis, controlando también las novedades terapéuticas y la gestión por objetivos". El cuarto punto es “la calidad y la satisfacción del usuario” y para ello se busca “mantener la calidad ISO de aquellos centros que ya la tienen pero procurarla en otros”. Asimismo, Salud pretende realizar “una encuesta de satisfacción que esperamos tener a finales de año y cuyo objetivo es que la nota media sea de ocho sobre diez”.
Finalmente, el quinto eje sobre el que giran los acuerdos es el “trabajo colaborativo entre niveles asistenciales”, ya que una cuestión clave de todo este proyecto de mejora del sistema se basa “en la coordinación entre la Atención Primaria y la especializada”, según asevera Pisarra.
Estabilidad laboral
En ellos se desliza también un plan para mejorar la calidad y la estabilidad del empleo de los trabajadores de la sanidad pública riojana. Mucho antes de que una disposición de la Justicia Europea hablara del principio de no discriminación y de la imposibilidad de maquillar plazas estructurales con contratos eventuales, La Rioja ya había publicado un compromiso laboral en este sentido. En concreto, el 31 de diciembre de 2015 en una disposición que también se enmarca en este proceso de mejora del sistema.
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