Sentencia: la sanidad catalana cesó a un médico por decir lo que pensaba

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dado la razón a Manuel Galiñanes, exjefe de Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario Vall d’Hebron, quien fue cesado de su puesto por el Instituto Catalán de la Salud (ICS) tras denunciar la gestión que en ese momento se estaba llevando a cabo en el centro hospitalario.

Galiñanes publicó un artículo en un periódico catalán en el que aseguraba que dos pacientes habían perdido la vida a raíz de los recortes presupuestarios que el departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña había aplicado desde que comenzó la crisis económica. Según el cardiólogo, los enfermos fallecieron debido a que en verano se redujeron las intervenciones quirúrgicas de 15 semanales a 3.

Poco después, el ICS comunicó al especialista que no sería novado en su puesto, un hecho que fue denunciado ante la Justicia. En primera instancia, la sentencia resultó favorable para el Instituto Catalán de la Salud. A pesar de ello, Galiñanes recurrió el fallo del tribunal y, tras una larga batalla, el TSJC ha dictado una resolución en favor del cardiólogo.

Según el fallo del tribunal: "Le han sido vulnerados sus derechos a la libertad de expresión del artículo 20.1, y en relación con el derecho a la defensa que reconoce el artículo 24.2 y el derecho de mantenimiento en el cargo previsto en el artículo 23.2, tal y como sostiene el Ministerio Fiscal, así como el artículo 14. Y todo ello como represalia por el ejercicio de su libertad de expresión al quejarse sobre la gestión del Hospital Vall d’hebron y publicarla".

"Lo único que quiero es poder recuperar mi puesto de trabajo. Por ello, he pedido la extensión de mi vida laboral hasta los 70 años porque lo que quiero es poder recuperar mi puesto de trabajo y seguir haciendo lo que pueda por los pacientes", ha asegurado Manuel Galiñanes a Redacción Médica.