Josep María Padrosa, director del CatSalut.
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Redacción. Barcelona
La instrucción del Servicio Catalán de Salud que prohíbe el uso (CatSalut), la promoción y la venta de cigarrillos electrónicos en los centros, servicios y establecimientos sanitarios del sistema sanitario público ya ha entrado en vigor, por lo que Cataluña se convierte así en la primera comunidad autónoma que pone en marcha su propia regulación.
El consumo de tabaco consiste uno de los principales problemas de salud pública y causa 9.000 muertes cada año en Cataluña. Los estudios científicos disponibles en relación a los cigarrillos electrónicos muestran, señala el CatSalut en una nota de prensa, que contienen diversas sustancias idénticas a las del tabaco (como la nicotina), además de otras sustancias tóxicas.
Por otro lado, ningún estudio ha demostrado la seguridad de su uso, ni para las personas que lo consumen ni para otras personas de su entorno. Asimismo el CatSalut afirma que no hay alguna evidencia científicamente probada, certificando que el producto es eficaz para dejar de fumar. Además, la proliferación de cigarrillos electrónicos puede comprometer los importantes progresos alcanzados en los últimos años en lo referente a la desnormalización del tabaco en la sociedad.
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