Cataluña contratará 100 sanitarios para sus centros penitenciarios

El Gobierno autonómico catalán, a través de los departamentos de Salud y Justicia, ha aumentado en 6,5 millones de euros el presupuesto destinado al tratamiento de los problemas de salud mental en los centros penitenciarios y de justicia juvenil. En total, destinará 18,5 millones de euros al año para estas partidas. 

Este aumento permitirá la contratación de más de un centenar de profesionales sanitarios a partir de otoño, que supondrá un incremento del 60 por ciento de la plantilla dedicada a la salud mental en las prisiones. De esta manera todos los centros dispondrán de un equipo de salud mental permanente que se incorporará a los equipos médicos de cada una de las instalaciones penitenciarias de Cataluña. 

Además de psiquiatras, todos los centros penitenciarios dispondrá, por primera vez, de psicólogos clínicos, enfermeros especializados en salud mental y terapeutas ocupacionales. Se trata de un importante salto adelante porque, hasta ahora, la mayoría de los centros penitenciarios sólo disponían de un servicio esporádico de consulta psiquiátrica. 

"Un país más digno"

En la presentación este jueves del nuevo modelo de atención de salud mental en los centros penitenciarios y de justicia juvenil en el Centro Penitenciario Brians 1, el conseller de Salud, Antoni Comín, ha destacado que "construimos sobre unas buenas bases, pero teníamos algún agujero que con el acuerdo de hoy tapamos. El nuevo modelo lo hará más comunitario en la lógica del conjunto de la población, absolutamente orientado a la reinserción. Hoy es uno de esos días que nos permite asegurar que estamos haciendo un país más digno". 

Por su parte, el conseller de Justicia, Carles Mundó, ha señalado que "mucha gente sólo asocia las prisiones a la antigua idea de espacios de seguridad. La realidad es muy diferente. El sistema penitenciario es, cada vez más, una herramienta para el tratamiento. Hoy, el gran reto de las prisiones es la salud mental. Es urgente tomar medidas, porque la mitad de los reclusos tiene problemas de salud mental".