"Lo de Comín con el Hospital General no es indiscreción, es un bombardeo"

La malograda intención de compra del consejero de Salud catalán del Hospital General de Cataluña ha afectado de manera directa a los municipios del Vallés Occidental, que llevan varios años reclamando al Gobierno catalán un hospital de referencia. Uno de estos es Castellbisbal y su alcalde, Joan Playà, explica a Redacción Médica la “sorpresa” que les causó el anuncio de Antoni Comín cuando afirmó a finales de octubre en la radio que había hecho una oferta para comprar el citado centro.

“Me reuní con él en mayo para comentarle los problemas que tenemos en el municipio con la Atención Continuada y las Urgencias, y en ningún momento me habló de que quería comprar el hospital”, asevera el titular del consistorio.

Playà asegura que todas las informaciones que han tenido sobre la operación les han llegado “por los medios de comunicación”. No así a sus socios de gobierno en el ayuntamiento, que pertenecen al mismo partido que Comín (ERC): “Ellos tenían información sobre el proyecto y yo no; sinceramente, no me parecen formas de hacer las cosas”, afirma.

Y no solo eso sino que el representante comenta que los cambios que ha planificado la Consejería para esa comarca son de mayor calado: “Llevamos diez años esperando un hospital que teóricamente se iba a construir nuevo; ahora vemos que habían cambiado de opinión y que han fulminado el Plan sanitario que había para la comarca sin contar con los municipios”.

El alcalde, que pertenece a Alternativa para Castellbisbal (AC) y es también regidor de las áreas de Sanidad, Servicios Económicos, Comunicación y Gestión Municipal, admite que comparte “el fondo pero en absoluto las formas”. “Si al menos nos viene con un hospital comprado, aunque no nos hubiera dicho nada, pero es que encima con esa indiscreción, que ha sido un bombardeo, parece que no habrá compra”, matiza.

Palabras que casan con la realidad de sus vecinos, que tienen como hospital de referencia el de Tarrasa, “colapsado y mal comunicado”, y el de Rubí, “aunque en este no se hacen hospitalizaciones”. Un presente que no se acopla con el deseo de Playà, que se resume en “un hospital que dé a los vecinos todas las garantías asistenciales”.