Faustino Blanco, consejero de Sanidad. |
La Consejería de Sanidad ha señalado que, de esta forma, los trece hospitales integrados en la red de utilización pública -cuatro de ellos centros benéfico-privados sin ánimo de lucro- asumen el 98,2 por ciento de la actividad sanitaria de la región.
Sanidad señala que de un total de 91,8 millones reservados en el presupuesto del Servicio de Salud (Sespa) para asistencia sanitaria con medios ajenos, 59,5 millones (el 64,8%) se destina a financiar los denominados convenios singulares, que corresponden a los hospitales de Jove, Cruz Roja, Fundación de Avilés y Sanatorio Adaro.Los cuatro centros están integrados desde el año 2002 en la red de utilización pública y su titularidad y gestión corresponde a instituciones sin ánimo de lucro y desempeñan unas funciones muy precisas en el marco de la red hospitalaria asturiana.
Según Sanidad, si de esa cifra total de 91,8 millones se excluyen los 15,9 millones de transporte sanitario, un servicio prestado por empresas privadas en la práctica totalidad de las comunidades autónomas, y los 59,5 de los convenios singulares, la cantidad "real" para conciertos con entidades privadas es de 15,5 millones.De esa cuantía, 6,8 millones se emplean en sufragar las cirugías, pruebas diagnósticas, una mínima radioterapia e interrupciones voluntarias del embarazo que se llevan a cabo fuera del sistema.
Por su parte, los 8,7 millones restantes corresponden a servicios que no pueden ser prestados por la Administración como la oxigenoterapia o la aerosolterapia, y los convenios con entidades del tercer sector, sin ánimo de lucro, como Siloé, Aspace y otras.Así, el Sespa de asume anualmente más de dos millones de procesos en hospitales propios y solo el 1,8 por ciento en concertados, donde se practican un 4,4 por ciento de las pruebas diagnósticas, muchas vinculadas a las técnicas de gammagrafía, y un 0,5 por ciento de las consultas.
Estos datos reflejan, según la Consejería, que, al contrario que en otras comunidades, el gasto en conciertos en el Principado se basa en la concertación de una mínima actividad complementaria y no en la privatización de la gestión de los hospitales públicos.Asimismo, incide en que la significación cuantitativa de la actividad concertada es "poco relevante" si se compara con el volumen de actividad asistencial desplegada por el Sespa.
Para Sanidad, el Gobierno asturiano defiende desde hace más de una década la complementariedad que se puede alcanzar entre centros sin ánimo de lucro que contribuyen con alta eficiencia, transparencia y calidad a la actividad asistencial."Frente a este modelo, aparece un intento indiscriminado de privatizar la gestión de los centros de titularidad pública, dando paso al lucro privado, como ocurre en la Comunidad Valenciana y, con consecuencias recientes, en la Comunidad de Madrid", asegura.