Renunciar a investigar en sanidad: las tres razones más frecuentes

Vanesa Nozal, investigadora en Química Médica, ha querido utilizar sus redes sociales para lanzar un mensaje y reivindicar mejoras en las condiciones laborales, enumerando en varios puntos las razones por las que científicos españoles deciden renunciar a investigar en sanidad. 

"No puedo dejar de pensar en la gente que se ve forzada a escribir y defender la tesis sin contrato", comienza escribiendo Nozal, asegurando que aunque ella ha tenido suerte porque "en su laboratorio hay dinero y voluntad" y "tras finalizar su contrato FPU, ha podido firmar otro", es consciente que no todo el mundo goza de esa situación.  "Hay muchos laboratorios que te mandan para casa mientras escribes, como si la escritura no fuera un trabajo", afirma. 

Sin embargo, también aclara que "a pesar de tener la opción de un contrato para estos meses", los plazos burocráticos pueden hacer que esté mínimo tres semanas sin ningún tipo de ingreso. 

No puedo dejar de pensar en la gente que se ve forzada a escribir y DEFENDER la tesis sin contrato. Aunque cada vez son menos, aún hay muchos laboratorios que "te mandan para casa mientras escribes" como si la escritura no fuera un trabajo, que te ocupa la mayoría de tu tiempo.

— V. (@VanesaNozal) March 17, 2022

Burocracia y salarios: hándicap para la investigación

Por otro lado, Nozal hace especial hincapié en que muchas investigaciones se realizan a través de doctorados y "en el dineral que hay que gastar para su defensa". "En mi caso fue un total de 761 euros, lo que supuso el 61 por ciento ese mes de mi salario", explica, desglosando dichos gastos: 388 euros de la impresión de la tesis, 143 euros de la matricula para el examen y 230 euros por el titulo. 

Por otro lado está el dineral que te toca gastar por la defensa. En mi caso:
-Impresión de la tesis 388€
-Matrícula examen tesis doctoral 143€
-Título de doctor 230€
Total 761€ (el 61% de mi salario de este mes)

— V. (@VanesaNozal) March 17, 2022

Por último, Nozal hace especial hincapié en el "infierno burocrático y la inflexibilidad que ofrecen las administraciones". "Somos los investigadores más precarios los que siempre acabamos trasquilados, ya sea por nuestros salarios irrisorios o por el maltrato institucional y la incertidumbre constante", confiesa, añadiendo que aunque "es científica y tiene vocación, hay muchas situaciones en el sector que no se pueden ni se deben tolerar".