Los médicos tratan de tú a tú con pacientes que acuden con gran variedad de problemas a consulta. Además de las enfermedades graves existen otra serie de
pequeñas molestias que por su propia naturaleza acaban provocando cierto rechazo por parte del facultativo.
Para sondear cuál es la que más grima da al profesional sanitario, un médico lanzaba la pregunta en
un hilo en su perfil en Twitter, preguntando por "lo
más asqueroso en Medicina", y comienza él mismo respondiendo que para él, son "los copos de nieve de piel que caen cuando una persona mayor se quita el calcetín".
En la lista se cuelan situaciones como la
diarrea por Clostridium Difficile con sangre en heces, la
gangrena de Fournier (también la causada por el herpes Zoster), los vómitos fecales, una fístula rectovaginal o la pelusa en el ombligo que forma un trozo sólido.
Gangrena de Fournier, diarrea por Clostridium Difficile, abscesos o secreciones por Pseudomonas, entre ellas
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También está "la
flema que entra y sale de la tráquea mientras el paciente respira o trata de toser", los teratomas de ovario, la fascitis necrotizante, el drenaje de absceso pineal, la hematoquecia, los dedos diabéticos necrosados, los pesarios sin lavar, la emesis feculenta y los abscesos en general.
Pero sin duda, el principal problema a la hora de lidiar con situaciones así para los médicos está en aquellas que
producen olor. Es el caso de las secreciones de succionadores, de la Clostridium Difficile, las secreciones por
traqueotomía por Pseudomonas, la caca, el cultivo de
quiste pilonidal y tinción de Gram o "inhalar esos pies de nieve cuando se quitan los calcetines. No solo he visto gusanos, sino una mosca que sale volando de una herida", explica un usuario. También "un
gran sarcoma necrótico de muslo que responde a la radioterapia preoperatoria que emite el
olor a paté podrido que llena toda la unidad", añade otro.
Tres semanas sin cambiarse tras el parto
"El problema médico más grave con el que he tratado fue una
mujer que no se había cambiado desde que dio a luz un bebé 3 semanas antes. El hecho de que nadie había intentado ayudarla u ofrecerle ropa o toallitas antes de llegar a este punto fue horrible. Podías olerla desde el fondo del pasillo", escribía una sanitaria.
Pero sin duda, el peor olor al que refieren los sanitarios es el de
tampón retenido. "No tiene rival", escribía una usuaria, mientras que otro añadía el caso de un tampón retenido 3 semanas, por el que "¡no pude sacar el olor de la habitación durante días!".
Otro testimonio explica que "hasta ahora, lo peor ha sido un
absceso del tamaño de una pelota de softbol en el área perineal de un hombre. Seguido de cerca por una úlcera de presión sacra en etapa 4 con un movimiento intestinal presente". Para otro, fue un
raspado de un enorme coágulo de sangre seca adherida al paladar de un paciente que había pasado por una craneotomía y llevaba días allí sin limpiar.
"Personas que mueren en las calles por enfermedades manejables por falta de acceso a la atención médica"
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También hay quien señala las uñas de los pies de las personas mayores y "cualquier cosa que esté en el globo ocular", un ejemplo que otra profesional sanitaria admite que sigue de cerca a los
tapones en el oído. "No puedo retirar los tapones de cera. Estoy en un sitio donde las enfermeras no están permitidas y tengo que usar una máscara para evitar que los pacientes me vean vomitar todo el rato", explica.
También problemas generales
Sin embargo, también han sido muchos los que más allá de ponerle nombre de patologías a lo más asqueroso que han visto, han puesto ejemplos de situaciones más generales y que
no pertenecen a la historia clínica como tal. Se trata, por citar algunos, de los
seguros médicos y sus coberturas, de las
muertes innecesarias, la desnutrición aguda grave en niños que luego mueren de infección o del p
recio de los medicamentos en Estados Unidos respecto a lo que cuestan en el resto del mundo, como "el precio astronómico de la insulina"
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