Los
médicos tienden a "minimizar el
impacto de las enfermedades" en su propia
salud. Así lo afirma
Julio Armas,
médico de Urgencias en Elche (Alicante), que explica que este hecho "a la larga siempre termina pasando factura" puesto que puede alargar el
periodo de convalecencia. Restar importancia a ciertos síntomas hace que más del 80 por ciento de los facultativos decidan acudir a trabajar eludiendo las
bajas y consiguiendo con ello que sus compañeros no acaben sobrecargados.
Rodrigo Abad, médico de
Atención Primaria en
Oviedo (Asturias), confiesa a
Redacción Médica que ni siquiera es capaz de recordar cuando cogió "una baja laboral". Pero su situación no es aislada, puesto que es algo común, en general, en todo el sector sanitario. El facultativo expone que ha ido a trabajar con "
gripe,
fiebre e incluso con derrame sinovial y tumefacción en la rodilla que me impedía caminar sin apoyo en muletas".
Las decisiones de Abad están motivadas, según justifica, por la falta de
recursos humanos del centro de salud en el que trabaja. "En pleno traslado faltaban tres médicos en mi centro y durante dos o tres semanas acudí a trabajar impedido", explica antes de reconocer que es una práctica "habitual".
La baja de un médico genera el caos
Así, con enfermedades que producen algunos
síntomas leves, los sanitarios acuden a trabajar a sus centros de salud u hospitales para cumplir con sus pacientes. Julio Armas afirma que "es habitual que la mayoría renunciemos a quedarnos en casa cuando tenemos una
enfermedad menor. Ir a trabajar con síntomas catarrales,
náuseas, colitis y otros suele ser frecuente". Recuerda, además, que "en muchos de los casos lo que correspondería es quedarse en casa para una recuperación precoz", certificando que acudir al trabajo estando enfermo puede incluso alargar la
convaleciencia.
La principal causa de esta práctica es que "en plantillas tan ajustadas la falta de un profesional puede generar un caos tremendo". En este sentido,
Rodrigo Abad señala que incluso está "mal visto" entre compañeros "cogerse una baja" porque supone que el resto de médicos estén durante su jornada laboral más "sobrecargados".
Responsabilidad con los pacientes
Un informe elaborado por
Medscape en Estados Unidos publicado recientemente concluye que conocer o reconocer la gravedad de la enfermedad que pueden padecer es otro de los motivos que inclinan la balanza a la hora de acudir o no a trabajar. La mitad de los médicos que han participado en este estudio aseguraba que algunas de las ocasiones en las que están
enfermos y deciden seguir con su actividad profesional es porque no se sienten tan mal como para quedarse en casa.
Según esta encuesta, el 85 por ciento de los médicos acuden a
trabajar estando
enfermos. Alegan que lo hacen por responsabilidad con sus pacientes, por no sobrecargar a sus compañeros de trabajo e incluso por no perder parte de su remuneración, unas decisones que no se alejan de las que toman los
facultativos en España.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.