¿Saliente de guardia médica? Por qué debes ahorrarte las grandes decisiones

Trabajar 24 horas de guardia en el hospital pasa factura. Los médicos acusan estas largas jornadas de en el hospital en las que el descanso es escaso y los errores pueden ser "un peligro para los pacientes". A su salida, los sanitarios se encuentran algo desubicados tras protagonizar estos turnos y son muchos los que se lanzan a hacer cosas de las que luego se arrepienten.

Un residente ha explicado en Twitter que, tras cuatro guardias en ocho días, se ha apuntado en la autoescuela a un curso para sacarse el carnet de moto, una decisión vinculada a la compra de uno de estos vehículos que no se puede "permitir". Su caso no es aislado, hay muchos médicos que tienen impulsos parecidos durante su saliente. 

Termino por fin mi sesión de 4 guardias en 8 días. Estoy: desubicado, cansado, hipomaníaco (me he apuntado al carnet de moto y ya tengo apalabrada una moto que por supuesto no me puedo permitir).
Muchas malas decisiones ultimamente
Experiencia 0 recomendable

— Las guardias? Una mierda (@MirMierda) June 2, 2023

En respuesta a Redacción Médica, algunos de estos facultativos más impulsivos han descrito esas acciones que han marcado sus jornadas de saliente. Viajes, compras compulsivas o darse atracones de comida son solo algunos ejemplos. "Cogerme un tren y un avión a París para llegar a los dos días directa a otra guardia", dice una médica sobre su día postguardia.

Otros facultativos también han relatado experiencias similares, optando por jornadas de viaje para aliviar los efectos de las guardias. "Conducir cinco horas para el cumpleaños de mi novio, no dormir y salir de fiesta", dice una médica. Mientras, un facultativo explica que en su día de saliente se decidió a comprar un viaje a Las Vegas para el año siguiente "cuando no tenía dinero suficiente para pagarlo".

Compras compulsivas tras la guardia

Las compras compulsivas son otro de los efectos más habituales que producen las jornadas de guardia. Adquirir un coche, un peluche gigante, seis camisas que "luego no me gustaron" o una crema de 200 euros son algunas de las cosas que, nublados por los efectos de la falta de sueño, han acabado en manos de los médicos.

Otro sanitario apunta a que, en su caso, el peso de la guardia fue tan grande que no pudo evitar quedarse "dormido en la línea circular del metro eternamente". Y los hay que vuelcan en la comida su falta de descanso: "Pedir un montón de comida a domicilio para consetirme", apunta otra médica sobre su experiencia en las jornas de saliente.