MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Un medicamento utilizado para tratar el dolor causado por una infección previa por herpes y fibromialgia ha demostrado rebajar las molestias que sufren las mujeres con malestar alrededor de la vulva durante las relaciones sexuales, según un estudio de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey (Estados Unidos).
Esta investigación, publicada en el 'American Journal of Obstetrics and Gynecology', ha sido la primera en analizar la función sexual en mujeres con vulvodinia provocada, un síndrome de dolor crónico que se caracteriza por síntomas como escozor, ardor, irritación o picazón en la entrada a la vagina y que a la vez son tratadas con gabapentina. El malestar generalmente ocurre con el contacto, como la inserción de un tampón o el coito, lo que puede llevar a una disfunción sexual.
"Estudios previos han sugerido que la gabapentina reduce el dolor de la fibromialgia", una afección crónica que incluye dolor generalizado en varias partes del cuerpo, explica la directora del Instituto de Salud de la Mujer de la Escuela de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson, Gloria Bachmann.
La teoría inicial del grupo cinetífico era que reducir el dolor muscular del piso pélvico "podría reducir el dolor de la vulvodinia en general y, por lo tanto, mejorar la función sexual", esclarece la doctora.
De esta forma, los investigadores descubrieron que las 230 mujeres estudiadas, con una edad promedio de 37 años y que habían sufrido el síndrome durante al menos cinco años, experimentaron menos dolor, además de mejorar el deseo sexual, la excitación y la satisfacción después de usar la medicación oral. Sin embargo, su función sexual general se mantuvo por debajo de la media de mujeres que no tienen vulvodinia.
Finalmente, se concretó que las mujeres con mayor molestia muscular respondieron mejor en términos de dolor y mejoría de la excitación que aquellas con menos dolor, lo que sugiere que "la gabapentina puede ser una opción para el tratamiento de mujeres con una tensión muscular significativa y espasmos en la región pélvica", concluye Bachmann.