MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha evidenciado que la combinación individual de microorganismos en el tracto gastrointestinal humano proporciona pistas vitales sobre cómo se puede predecir, prevenir y tratar cualquier incidencia futura de diabetes tipo 2.
La investigación, publicada en la revista 'Cell Metabolism', describe pistas recientemente descubiertas en la microbiota sobre cómo las bacterias pueden contribuir a la diabetes tipo 2 y potencialmente predecir quién desarrollará la microbiota intestinal del individuo basada en la enfermedad.
Al estudiar a las personas que aún no han desarrollado diabetes tipo 2, los investigadores han descartado la posibilidad de que la microbiota intestinal se haya visto afectada por la enfermedad o su tratamiento. La mayoría de los estudios previos en este campo han comparado individuos sanos con pacientes.
Lo que ha surgido es que en las personas con niveles elevados de glucosa en sangre en ayunas o tolerancia reducida a la glucosa, una condición conocida como prediabetes, así como en personas con diabetes tipo 2 no tratada, la microbiota intestinal cambia. En consecuencia, los resultados han evidenciado que la microbiota intestinal se puede utilizar para identificar a las personas con diabetes.
El estudio también muestra que, en la microbiota intestinal de los participantes del estudio con prediabetes o que habían desarrollado diabetes tipo 2, se redujo el potencial de producir butirato (un ácido graso que promueve la producción de hormonas en el tracto gastrointestinal y controla la inflamación).
Esta sustancia está formada principalmente por bacterias beneficiosas en los intestinos a medida que digieren las fibras dietéticas. Una posible implicación es que la alteración de la ingesta de fibra de los individuos, y tal vez la coincidencia de los tipos de fibra con la microbiota específica o el desarrollo de probióticos de próxima generación para agregar bacterias faltantes, puede permitir el desarrollo de nuevas terapias o prevención de la diabetes.
"Nuestro estudio muestra claramente que la composición de la microbiota intestinal puede tener un gran potencial para ayudarnos a comprender los riesgos de desarrollar diabetes tipo 2 y, por lo tanto, mejorar nuestras posibilidades de detectar, prevenir y tratar la enfermedad", han dicho.
Los resultados confirman la imagen de que la microbiota intestinal interactúa con las funciones del cuerpo y las condiciones internas. El tracto intestinal contiene más de un kilogramo de bacterias que son importantes para nuestra salud, y los tipos de bacterias intestinales que se encuentran en las personas con diabetes tipo 2 parecen diferir de los de las personas sanas.
"Esperamos encontrar patrones e identificar qué componentes de la microbiota intestinal identifican a las personas cuyo riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 es elevado. En el futuro, quizás podamos prescribir cambios dietéticos individualizados o desarrollar nuevos tipos de probióticos que puedan prevenir o incluso tratar la enfermedad", han argumentado los expertos.