MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Matemáticos estadounidenses han estudiado los datos de casos de COVID-19 de los 50 estados de EEUU, más el Distrito de Columbia, para un período de siete meses desde el 21 de enero al 31 de julio. Según sus hallazgos, 31 estados y Columbia estaban experimentando una segunda ola a finales de julio, mientras que 13 se encuentran aún en la primera ola.
Su método, detallado en un artículo en la revista 'Chaos', suaviza los datos crudos de recuento de casos diarios para eliminar los recuentos artificialmente bajos durante los fines de semana e incluso algunos números negativos que ocurren cuando las localidades corrigen los errores. Después de suavizar los datos, se utiliza una técnica numérica para encontrar los picos, P, y los bajos, T. A partir de esto, se pueden identificar los puntos de inflexión.
Un punto de inflexión se produce cuando una curva descendente se eleva o una curva ascendente se vuelve descendente. Solo se cuentan aquellas secuencias en las que las amplitudes de pico y de depresión difieren en una cierta cantidad mínima. Una segunda onda que es menos de una quinta parte del tamaño de la primera no se califica como segunda onda, porque es simplemente demasiado pequeña. Las fluctuaciones pueden ocurrir cuando una curva se aplana por un tiempo pero continúa aumentando sin pasar por una verdadera caída, por lo que el método elimina estos conteos falsos.
Los autores también han aplicado su método al Brasil, que tiene una estructura similar a la de Estados Unidos, y han encontrado resultados similares.
Trece estados, incluyendo Georgia, California y Texas, tuvieron un número creciente de casos a lo largo de todo el período de siete meses. Se considera que estos estados están todavía en su primera oleada. Otros 31 estados, incluyendo Florida y Ohio, exhiben secuencias de la forma TPTP: cero casos hasta un primer pico, luego otro punto mínimo y máximo. Esta es la clave de una segunda ola. Nueva York y Nueva Jersey aplanaron completamente sus curvas a finales de julio. El análisis confirma que estos dos estados experimentaron solo una onda.
Los investigadores también llevaron a cabo una investigación más profunda mes a mes y agruparon los estados en grupos de acuerdo a cómo sus números de casos cambiaron con el tiempo. Los estados en un grupo tienen perfiles dinámicos similares, pero la composición del grupo varía a medida que la epidemia se extiende.
"Las similitudes dentro de los grupos pueden ayudar a identificar las características comunes de los estados que han gestionado con más y menos éxito COVID-19. Después de una primera oleada temprana, Florida redujo las restricciones y desde entonces ha experimentado una segunda oleada larga y empinada", dijo. Esto contrasta con Nueva York y Nueva Jersey, que mantuvieron las restricciones y, hasta ahora, han evitado una segunda oleada", explica el líder del estudio, Nick James.
Su análisis muestra que los gobiernos nunca deben permitir que aumenten los nuevos casos, ni reducir las restricciones cuando el número de casos simplemente se ha aplanado. "Un verdadero punto de inflexión, donde los nuevos casos están legítimamente en descenso y no sólo exhiben fluctuaciones estables, debería observarse antes de relajar cualquier restricción", concluyen.