MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Realizar sesiones de educación sexual por parte de profesionales de Atención Primaria en los centros de estudios de adolescentes ayudaría a reducir el riesgo de déficit de conocimiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en adolescentes, según ha concluido un estudio desarrollado por el Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria (IDIAPJGol).
Además, los investigadores han destacado que estas intervenciones se deberían hacer bajo la perspectiva de género y cultura y no en función del curso escolar, ya que en las respuestas se han podido observar diferencias significativas según el sexo y el país de procedencia.
Este trabajo se ha llevado a cabo con el objetivo de evaluar el impacto de una intervención sobre los conocimientos relacionados con estas patologías y los servicios sanitarios disponibles en adolescentes en el barrio del Raval Norte (Barcelona).
Para su desarrollo se han realizado encuestas, antes y después de la intervención de la atención primaria en el aula, a más de 200 alumnos mayores de 14 años de tres centros escolares de este barrio pertenecientes a los cursos de tercero y cuarto de la ESO y Bachillerato.
La media de edad de los participantes se acercaba a los 15 años y de ellos el 79,6 por ciento procedía de fuera de Europa. Entre los rasgos estudiados se encuentra el uso del preservativo, el inicio de las relaciones sexuales, el consumo de alcohol y drogas y el conocimiento acerca de las ITS y los servicios sanitarios.
Del total de los encuestados el 30, 3 por ciento afirmó haber iniciado relaciones sexuales y solamente el 32 por ciento manifestó utilizar siempre el preservativo. En este sentido, el 59,8 por ciento conocía el VIH pero desconocía el resto de enfermedades. Asimismo, es estudio ha concluido que la percepción de riesgo de contagio es menor en el caso de los hombres, no obstante la percepción global de riesgo y el conocimiento de las ITS aumentó tras la charla.
En este sentido cabe destacar el aumento de la incidencia de las ITS en Europa en las últimas dos décadas, lo que ha coincidido con un aumento de las prácticas sexuales de riesgo y la cada vez más temprana edad de inicio en esta práctica. Así estas patologías afectan mayormente a adolescentes, inmigrantes y homosexuales.