MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Investigadores del King's College London (Reino Unido) han demostrado cómo la vacunación cutánea puede generar células T CD8 protectoras que se reclutan en los tejidos genitales y podrían utilizarse como estrategia de vacunación contra las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Uno de los retos en el desarrollo de vacunas contra las ITS, como el VIH o el virus del herpes simple, es entender cómo atraer células inmunitarias especializadas, llamadas células T CD8, para que se instalen en la parte del cuerpo por donde el virus entra por primera vez. Estas células deben estar en su lugar y listas para proporcionar una defensa inmunitaria protectora inmediata, en lugar de esperar a que las células inmunitarias de la sangre entren en los tejidos, lo que lleva tiempo.
Antes de este estudio, que se ha publicado en la revista 'Nature Communications', se pensaba que lo ideal era que las vacunas se aplicaran directamente en la superficie del cuerpo (por ejemplo, el tejido genital femenino), donde podría comenzar la infección, para que el sistema inmunitario pudiera generar estas células T CD8, viajar de vuelta al lugar de la vacunación y eliminar cualquier virus que se encontrara en el futuro. Sin embargo, la administración directa de las vacunas al tejido genital femenino no es ni cómoda para el paciente ni eficiente.
Ahora el equipo de King's ha descubierto que su estrategia de vacunación reúne a un pelotón de células inmunitarias, llamadas células linfoides innatas (ILC1) y monocitos, en los tejidos genitales para que trabajen juntas y liberen sustancias químicas (quimiocinas) para enviar una llamada a las células T CD8 generadas por la vacuna para que se introduzcan en el tejido genital.