MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Según datos de la Sociedad Española de Nuerología (SEN), existen más de 20.000 personas afectadas por algún tipo de distonía en España, una enfermedad caracterizada por producir contracciones musculares involuntarias que provocan movimientos repetitivos y/o posturas anormales.
La distonía es el tercer trastorno del movimiento más frecuente después de la enfermedad de Parkinson y el temblor. Además, es el tercer tipo de trastorno de movimiento más habitual en la infancia, tras la espasticidad y los tic. A pesar de tener una frecuencia menor que los mencionados, la SEN cree que se trata de una enfermedad subdiagnosticada, sobre todo cuando la enfermedad debuta en la edad adulta y se padece de forma focal (supone el 76 por ciento de los casos).
El coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN, el doctor Álvaro Sánchez Ferro, afirma que "la distonía puede afectar a un músculo en particular, a un grupo de músculos o a todo el cuerpo. Y dependiendo de la zona afectada se diferencian varios tipos: distonía focal, segmentaria y generalizada".
"La distonía focal afecta una parte específica del cuerpo, como el cuello (distonía cervical), los párpados (blefaroespasmo) o las manos (distonía de la escritura). Por otra parte, la distonía segmentaria involucra a múltiples áreas cercanas, y la distonía generalizada afecta a varias partes del cuerpo", añade.
Aproximadamente un 50 por ciento de las distonías tienen una causa genética, mientras que el 50 por ciento restante de los casos corresponden a formas secundarias de esta enfermedad, generada principalmente como consecuencia de lesiones cerebrales, fármacos, tóxicos u otras patologías neurodegenerativas. Además, la distonía aparece muy frecuentemente asociada a ciertas profesiones, por ejemplo, afecta a un 10 por ciento de los músicos y a un 35 por ciento de los jugadores de golf.
"Aunque la distonía puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas, las distonías que se suelen dar en edad adulta suelen ser focales y generalmente no son progresivas", explica el doctor. "Creemos que existen muchos pacientes que conviven con la enfermedad sin haber consultado estos problemas de movimiento que, en la edad adulta, sobre todo aparecen en el cuello, en la cara o en las manos", añade.
Por el contrario, el doctor advierte que "en los niños, es más común que la distonía se presente en las piernas, que la enfermedad progrese a otras partes del cuerpo y que su impacto sea aún mayor. Además, y puesto que detrás de los casos infantiles suele haber una causa genética, su diagnóstico suele ser más preciso".