MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Una combinación de marcadores biológicos y ciertos cambios genéticos pueden predecir la sensibilidad a la radioterapia en cáncer y las probabilidades de efectos secundarios, según ha demostrado un equipo internacional de investigadores del proyecto 'REQUITE'.
Además, han encontrado nueva evidencia de que la hora del día en que se administra la radioterapia en cáncer de mama puede afectar si las pacientes con variantes genéticas particulares sufren o no de efectos secundarios adversos.
Un total de 4.438 pacientes de 26 hospitales de ocho países se inscribieron en el proyecto, que comenzó en 2014 y finalizó en septiembre de 2018. Las pacientes tenían cáncer de mama (2.069 pacientes), cáncer de pulmón (561) o cáncer de próstata (1.808). Antes de recibir radioterapia, rellenaron un breve cuestionario y proporcionaron una muestra de sangre que se analizó para aproximadamente 250.000 variantes genéticas llamadas SNP (polimorfismos de nucleótidos únicos) en el material genético completo de cada paciente (en todo el genoma) y un número similar de SNP que se sabe que están asociados.
Los investigadores siguieron a las pacientes hasta septiembre de 2018 para ver quiénes sufrían efectos secundarios adversos a corto o largo plazo, como problemas urinarios o sangrado rectal para las pacientes de próstata, y dolor o tejido cicatricial en pacientes con cáncer de mama.
En el trabajo, las personas que fumaban tenían menos células linfocitarias muertas por la radiación y, por lo tanto, eran propensas a tener un mayor riesgo de efectos secundarios. Los resultados provisionales después de un año de seguimiento habían demostrado que se puede predecir efectos secundarios a largo plazo, como problemas urinarios en hombres con cáncer de próstata y peor tejido cicatrizal en pacientes con cáncer de mama.
Sin embargo, como los investigadores esperaban, el análisis más reciente mostró que se puede predecir qué pacientes sufrirían efectos secundarios adversos agudos, los que ocurren durante o justo después de la radioterapia, como la quemadura de piel que ocurre en algunas pacientes de cáncer de mama. La excepción fue el dolor agudo en los senos: el bajo nivel predijo qué pacientes con este tumor se verían afectadas por esto a corto plazo.