MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Friburgo (Alemania) y la Universidad de Zúrich (Suiza) han descubierto una nueva ruta de infección de los virus de la gripe tipo A, conocidos científicamente como influenza A. Si bien todos los virus conocidos anteriormente se unen a restos de ácido siálico en la superficie de la célula huésped, los subtipos de virus de influenza A derivados de murciélagos descubiertos recientemente infectan las células humanas y animales utilizando proteínas MHC de clase II.
Las moléculas de MHC de clase II inmunológicamente relevantes se encuentran de forma ubicua en muchas especies animales, por lo que el descubrimiento "jugará un papel importante en la evaluación del riesgo de infecciones por contagio en otras especies distintas de los murciélagos", explican los investigadores en un estudio en la revista 'Nature'.
"En el laboratorio, los virus de murciélagos pueden usar los complejos MHC de clase II de ratones, cerdos, pollos o humanos para ingresar a la célula. Por lo tanto, no es improbable que estos virus de influenza derivados de murciélagos puedan transmitirse naturalmente de los murciélagos a otros vertebrados, incluso los humanos", detalla el líder del estudio en la Universidad de Friburgo, Martin Schwemmle.
Los investigadores lograron encontrar el factor celular que mediaba la entrada del virus en la célula huésped. Primero, compararon las proteínas producidas en las células infectables con las producidas en las células no infectables. Usando una técnica llamada perfil transcriptómico, los investigadores estimaron la cantidad de proteínas celulares a través de copias de ARNm.
Después Luego, realizaron un experimento de detección en el que cortaron uno de un total de 20.000 genes en células individuales utilizando CRISPR/Cas9. "Las células en las que desactivamos el MHC de clase II eran inmunes a la infección. Esa fue la prueba final de que el virus ingresa a la célula con la ayuda de las moléculas del MHC de clase II", explica el virólogo.
El descubrimiento de este segundo mecanismo, independiente del ácido siálico, también plantea la cuestión de qué estrategia fue la primera en términos evolutivos. "Es muy posible que la vía de infección recién descubierta a través del MHC de clase II se origine en la vía ya conocida del ácido siálico", especula Schwemmle.