MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Hay escasa evidencia de que el rápido crecimiento de los cigarrillos electrónicos, en gran medida no regulados entre 2011 y 2015, se asocie con la 'renormalización' del consumo de tabaco entre los adolescentes, según revela una investigación publicada en la revista 'Tabacco Control'.
Los cigarrillos electrónicos han polarizado la opinión de los profesionales de la salud pública, en medio de los temores de que el vapeo sirviera de puerta de entrada al hábito de fumar o incitar a los jóvenes a considerar que fumar es socialmente aceptable.
Las encuestas nacionales en varios países indican que "la prevalencia del tabaquismo entre los jóvenes ha seguido disminuyendo en los últimos años, a pesar del rápido crecimiento del uso de cigarrillos electrónicos", señalan.
Los investigadores analizaron las tendencias de consumo de tabaco entre los jóvenes y sus actitudes hacia el hábito de fumar desde 1998, centrándose especialmente en los cambios que se produjeron entre 2011 y 2015, cuando comenzaron a despegar los cigarrillos electrónicos. Además, analizaron las tendencias en el consumo de alcohol y el cannabis durante el mismo periodo para ver si algún cambio era exclusivo del consumo de tabaco.
Se basaron en las respuestas a encuestas a nivel nacional de alumnos de secundaria de entre 13 y 15 años en Inglaterra, Escocia y Gales. A los alumnos se les preguntó si habían fumado alguna vez y si eran fumadores regulares (al menos una vez a la semana). Además, se les preguntó si pensaban que estaba bien fumar o probar un cigarrillo, así como sobre el consumo de alcohol y cannabis.
El análisis de las respuestas mostró que entre 1998 y 2015 el porcentaje de jóvenes de 13 y 15 años que habían fumado alguna vez disminuyó del 60 al 19 por ciento, mientras que la proporción de fumadores regulares disminuyó del 19 al 5 por ciento. Además, las percepciones de fumar también cambiaron con el porcentaje de adolescentes que dijeron que estaba bien probar un cigarrillo, cayó del 70 por ciento en 1995 al 27 por ciento en 2015.
Estos patrones se reflejaron también en el consumo de alcohol y cannabis, lo que sugiere que cualquier cambio no fue exclusivo del consumo de tabaco, sino que refleja tendencias más amplias en el uso de sustancias entre los jóvenes.
Por lo tanto, los investigadores afirman que "los resultados proporcionan poca evidencia de que se produjo una renormalización del hábito de fumar durante este periodo, además las actitudes positivas hacia el hábito de fumar disminuyeron después de la proliferación de cigarrillos electrónicos".
La estudio ha sido realizado por el centro para el Desarrollo y evaluación de intervenciones complejas para el Mejoramiento de la Salud Pública de la Universidad de Cardiff, en colaboración con la Escuela de Psicología Experimental de Universidad de Bristol, el Centro de Estudios sobre el Tabaco y el Alcohol del Reino Unido y la Universidad de Edimburgo en Reino Unido.