MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Expertos han recomendado evitar el uso de esteroides en el tratamiento del nuevo coronavirus porque proporcionan "poco beneficio" a los pacientes y podrían "hacer más daño que bien", según han afirmado en un artículo de comentario publicado en 'The Lancet' dirigido por el consultor académico en Medicina de Cuidados Críticos de la Universidad de Edimburgo, el doctor J. Kenneth Baillie.
El artículo se ha basado en la evidencia de brotes previos de tipos similares de infección de SARS y MERS, en los que se observó inflamación pulmonar. Los médicos suelen utilizar los esteroides en tratamientos para reducir esta inflamación, que está también presente en los pulmones de los pacientes con el nuevo coronavirus.
Sin embargo, han observado que los esteroides afectan a la capacidad del sistema inmunitario para combatir el virus y otras infecciones que se desarrollan a menudo en pacientes con enfermedades potencialmente mortales, lo que genera un daño significativo.
En un estudio retrospectivo de pacientes críticamente enfermos con MERS se encontró que casi la mitad de las personas que recibieron esteroides necesitaron tratamientos adicionales, como asistencia en la respiración, medicamentos para aumentar la presión arterial o una forma de diálisis. Además, se descubrió que los esteroides administrados tardaban más en eliminar el virus de sus cuerpos.
Otros estudios encontraron que los esteroides ejercieron un daño en el brote de SARS, ya que el virus todavía estaba presente en aquellos pacientes que tomaron el medicamento hasta tres semanas después de la infección.
El doctor Baillie ha reconocido que durante el brote actual del nuevo coronavirus los médicos se están enfretando a decisiones "díficiles" sobre cómo tratar a las personas infectadas. No obstante, el experto ha recomendado observar la evidencia disponible para concluir que no se deben utilizar los esteroides en el tratamiento de la lesión pulmonar. Más bien, ha puntualizado que antes de utilizar esteroides se debería realizar un ensayo clínico para averiguar si están ayudando o perjudicando a los pacientes.