MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Es poco probable que las estrategias de vacunación actuales eliminen el sarampión, según un nuevo estudio dirigido por profesores de la Universidad de Georgia en EEUU, que concluye la necesidad de modificar el enfoque actual de la vacuna ya que no es suficiente para erradicarlo.
El artículo, que se ha publicado en 'The Lancet Global Health', explora la viabilidad de eliminar el sarampión y la rubéola utilizando estrategias de vacunación predominantes en 93 países con la mayor carga de enfermedad. A pesar de las marcadas reducciones en el número de casos nuevos de sarampión y rubéola en todo el mundo, sigue habiendo brechas entre los niveles actuales de transmisión y la eliminación de la enfermedad.
"El sarampión es una de las infecciones respiratorias más contagiosas que existen, y avanza rápidamente, por lo que es difícil de controlar", ha señalado la autora principal Amy Winter, profesora asistente de epidemiología y bioestadística en la Facultad de Salud Pública de la UGA.
El número de reproducción básico (R 0) para el sarampión, que representa el número de personas a las que una persona infectada probablemente transmita esa enfermedad en una población completamente susceptible, es aproximadamente 18. En comparación, el R 0 para el virus SARS-CoV-2 original se estima en alrededor de tres.
En 2017, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, solicitó un informe sobre la viabilidad de la erradicación del sarampión y la rubéola. Un componente de este informe fue utilizar modelos de transmisión para evaluar la viabilidad teórica de la erradicación de los dos virus dadas las diferentes estrategias de vacunación.
La evaluación fue una colaboración con el Grupo de Trabajo de Expertos en Sarampión y Rubéola del Grupo Asesor Estratégico de la OMS, la Organización Mundial de la Salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU y cinco grupos de modelado.
Utilizando cuatro modelos nacionales de transmisión de enfermedades y un modelo subnacional, los grupos de modelado proyectaron las tasas anuales de casos de sarampión y rubéola para dos escenarios de vacunación. Ambos escenarios de vacunación utilizan los dos enfoques de vacunación predominantes de vacunación de rutina como parte de los calendarios de vacunación infantil y las campañas de vacunación a nivel nacional.
El primer escenario de vacunación de "negocios como de costumbre" continúa la cobertura y las campañas de vacunación en el futuro. El segundo escenario de vacunación de "inversión intensificada" mejoró de manera óptima la cobertura de vacunación a lo largo del tiempo. Este escenario también incluía criterios de cese de la campaña de vacunación: un punto de parada para cuando las campañas ya no se consideren necesarias porque se ha inoculado una proporción suficientemente grande de la población.
Los modelos muestran que las estrategias de vacunación actuales podrían eliminar la rubéola y el síndrome de rubéola congénita en los 93 condados, pero no el sarampión. "La estrategia actual que usamos, que se enfoca en mejorar la cobertura de vacunación de rutina y complementarla con campañas de vacunación a nivel nacional hasta que la vacunación de rutina sea lo suficientemente alta, eso por sí solo no será suficiente para lograr la eliminación del sarampión. Necesitamos enfoques novedosos", ha señalado Winter.
Los autores evaluaron dos estrategias que podrían ayudar a un país a avanzar hacia la eliminación más rápido y reducir la probabilidad de brotes de sarampión: uno, mejorar la forma en que se realizan las campañas de vacunas complementarias para garantizar que lleguen a los niños que no reciben las vacunas de rutina. Y, por otro lado, mejorar la equidad en la cobertura de vacunación al enfocar la vacunación de rutina y suplementaria en las subregiones con la cobertura de vacunación más baja primero para que estén al mismo nivel.
"Un mundo permanentemente libre de sarampión y rubéola sería un logro increíble para la humanidad. Nuestro trabajo sugiere que para alcanzar este objetivo, debemos hacer que la cobertura de vacunas sea mucho más equitativa. En otras palabras, debemos trabajar aún más para llevar la vacunación contra el sarampión y la rubéola a las personas más desfavorecidas del mundo", ha señalado el coautor Mark Jit, profesor de epidemiología de vacunas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido.
La estrategia final que presentan los autores es una reconsideración de los criterios de cesación. Actualmente, la mayoría de los países dejan de complementar las vacunas de rutina con campañas de vacunación una vez que alcanzan el estado de eliminación, pero los modelos sugieren que aún es probable que ocurran brotes si los países dependen solo de las vacunas de rutina.
"Tenemos un mundo globalmente conectado, por lo que existe una presión constante de importaciones de virus en lugares donde ya se eliminó. Por eso es importante mantener altas las coberturas de vacunación y seguir mejorando la vigilancia de estas enfermedades", advierte Winter.