MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La esclerosis múltiple afecta a más de 2,8 millones de personas en todo el mundo, mientras que, en España, hay alrededor de 55.000 personas afectadas y cada año se diagnostican 2.500 nuevos casos, lo que la convierte en la segunda causa de discapacidad y la segunda enfermedad neurológica más frecuente en los adultos jóvenes españoles.
A estos datos, dados a conocer por la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra este lunes, se suma que en los últimos cinco años, ha aumentado cerca de un 20 por ciento el número de pacientes con esclerosis múltiple.
"La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, autoinmune, inflamatoria, desmielinizante y degenerativa del sistema nervioso central. Se produce cuando el sistema inmunológico ataca por error a la mielina, una capa protectora de las neuronas que, cuando se ve afectada, hace que disminuyan o se detengan los impulsos nerviosos, provocando los diferentes síntomas de la enfermedad", explica la doctora Ana Belén Caminero, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.
Sobre el aumento de casos, destaca que "están implicados tanto la mejora de las técnicas diagnósticas como el aumento de las opciones de tratamiento, pero también, por causas que aún se desconocen, porque estamos asistiendo a un número cada vez más creciente de nuevos casos en mujeres y en población infantil".
Por otro lado, "dependiendo de las áreas del sistema nervioso central que se hayan visto afectadas, los síntomas varían mucho de una persona a otra". "Así que casi cualquier síntoma o signo neurológico puede ser parte de la sintomatología de la esclerosis múltiple. No obstante, problemas de movilidad, visión, equilibrio y coordinación, así como fatiga, dolor y trastornos de sensibilidad suelen ser lo más comunes", explica.
Y al igual que los síntomas, el curso y la gravedad de esta enfermedad también puede ser muy variado. En todo caso, en un 85 por ciento de los pacientes, la esclerosis múltiple se presenta en forma de brotes, que son episodios de déficit neurológico como manifestación de las lesiones que se van produciendo en el sistema nervioso central.
La edad de inicio de la enfermedad suele oscilar entre los 20 y los 40 años; además, la esclerosis múltiple es de dos a tres veces más habitual en las mujeres que en los hombres y su frecuencia está aumentando. Asimismo, la causa de la esclerosis múltiple aún no está clara.
Se cree que se origina en personas genéticamente predispuestas ante la exposición a ciertos factores ambientales como infecciones, falta de vitamina D, tabaquismo, etc, y probablemente a ciertos factores hormonales que hacen que las mujeres tengan el doble de riesgo de desarrollar esta enfermedad.
La esclerosis múltiple es una enfermedad que disminuye notablemente la calidad de vida de quien la padece, sobre todo si no se trata. Para ello, un diagnóstico temprano y un seguimiento adecuado de los pacientes puede ayudar a las personas con esclerosis múltiple a controlar los síntomas y a mejorar su calidad de vida.
Además, la adopción de un enfoque integral y multidisciplinar, que incluya tratamiento farmacológico, modificaciones en el estilo de vida, terapias complementarias y apoyo psicológico y social, también puede beneficiar enormemente a los pacientes.
AVANCES DE LOS ÚLTIMOS AÑOS
"En los últimos años ha evolucionado mucho el tratamiento de la esclerosis múltiple, pero no solo farmacológico, también desde el punto de vista rehabilitador", comenta Berta de Andrés, Coordinadora de la Sección de Estudio de Neurofisioterapia de la Sociedad Española de Neurología.
"Son ya bastantes los estudios que confirman que las distintas modalidades terapéuticas utilizadas en fisioterapia ayudan a mejorar aspectos físicos como la movilidad o la fuerza muscular, lo cual repercute de forma positiva en la calidad de vida y disminuye la sensación de fatiga percibida por el paciente", afirma.
Por eso, remarca la importancia de que los pacientes con esclerosis múltiple puedan recibir una neurorrehabilitación adecuada, dentro de su tratamiento multidisciplinar, que busque retrasar la aparición de la discapacidad y maximizar la autonomía personal de las personas afectadas.
Por otra parte, la incertidumbre de la enfermedad y todos los síntomas asociados a ella afectan negativamente a muchos pacientes que, en muchos casos, manifiestan trastornos de depresión y ansiedad, con consecuencias y afectación a nivel social, familiar y laboral. La prevalencia de la depresión asociada a la esclerosis múltiple se encuentra entre un 37%-54% y la de la ansiedad oscila entre un 12%-40%.
"Por otra parte, tampoco hay que olvidar que, a pesar de los avances de los últimos años, estamos ante una enfermedad que aún presenta varios desafíos y retos importantes. Entre ellos, está mejorar los tiempos de detección de la enfermedad, para poder iniciar un tratamiento lo antes posible y evitar el avance de la discapacidad, así como mejorar la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos, ya que todavía no existe una cura para la esclerosis múltiple y no todos los tratamientos son igual de eficaces para todos los pacientes", concluye la doctora Ana Belén Caminero.