LOGROÑO, 11 (EUROPA PRESS)
El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y la Universidad de La Rioja han presentado dos nuevas técnicas de detección temprana del cáncer de páncreas.
Las dos nuevas patentes podrían ser utilizadas en el ámbito clínico, permitiendo una intervención en las fases iniciales de la enfermedad y mejorando significativamente la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
Tal y como ha trasladado el Gobierno riojano, el diagnóstico precoz de la enfermedad tiene una importancia esencial en la investigación oncológica actual ya que este tipo de cáncer se manifiesta en etapas muy avanzadas, siendo uno de los tumores más agresivos y con peor pronóstico.
En la actualidad, ha dicho, únicamente el cinco por ciento de los pacientes sobreviven más de 5 años después del diagnóstico.
En la presentación pública de las dos patentes han participado la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, el vicerrector de Investigación e Internacionalización de la Universidad de La Rioja, Eduardo Fonseca y el director gerente de Fundación Rioja Salud, Juan Carlos Oliva.
Por parte de los centros científicos han intervenido el investigador principal de la unidad de Angiogénesis del CIBIR, Alfredo Martínez, y los investigadores del departamento de Química de la Universidad de La Rioja, Francisco Corzana y María Teresa Tena.
DETECCIÓN DE ANTICUERPOS EN ETAPAS INICIALES DE LA ENFERMEDAD
La primera de las patentes está basada en la detección de anticuerpos producidos por los pacientes contra la proteína denominada mucina (MUC1), presente de manera anómala en varios tipos de tumores. La patente ha sido presentada por el CIBIR, la Universidad de La Rioja y la Universidad de Verona.
Los científicos han descubierto que los anticuerpos que generan los pacientes contra la proteína MUC1 pueden ser empleados como un marcador para detectar el cáncer ya que pueden manifestarse en la sangre de los pacientes en etapas muy tempranas de la enfermedad.
Al analizar muestras de pacientes con cáncer de páncreas y de personas sanas, los científicos han encontrado niveles significativamente más altos de anticuerpos en los pacientes afectados por la enfermedad. Al mismo tiempo, su sistema ha demostrado una sensibilidad y especificidad más altas en comparación con los biomarcadores actuales.
Los investigadores también han desarrollado un componente artificial basado en la estructura de estas mucinas que ha resultado muy eficaz para unir los anticuerpos producidos por los pacientes. Además, los investigadores han creado nanopartículas de oro con múltiples copias de este componente artificial para mejorar la precisión de las pruebas.
COMPUESTOS ORGÁNICOS VOLÁTILES COMO MARCADORES DE DIAGNÓSTICO
Tanto el CIBIR como la Universidad de La Rioja también han desarrollado una patente que se centra en el análisis de compuestos orgánicos volátiles (también llamado volatoloma) en la sangre como método para diagnosticar el cáncer de páncreas de manera temprana. Esta innovación incluye un sistema para identificar estos compuestos volátiles en muestras de suero sanguíneo, utilizándolos también para el pronóstico de la enfermedad.
De esta forma, la patente aborda un método integral de diagnóstico y pronóstico del cáncer de páncreas basado en la detección de estos marcadores en muestras de suero sanguíneo. En la actualidad los investigadores están desarrollando kits y dispositivos para llevar a cabo estos procedimientos.
En respuesta a las limitaciones actuales en la detección del cáncer de páncreas y la escasez de investigaciones sobre el volatoloma en el suero sanguíneo de estos pacientes, la invención destaca por ser pionera al demostrar la capacidad diagnóstica y pronóstica de los compuestos orgánicos volátiles presentes en el suero sanguíneo.
INCIDENCIA Y MORTALIDAD DE LA ENFERMEDAD EN LA RIOJA
Según los datos facilitados por el Servicio de Información Sanitaria de la Dirección General de Salud Pública, Consumo y Cuidados, la tasa bruta de incidencia de la enfermedad por cada 100.000 habitantes en La Rioja es de 20,9 en el caso de los hombres y 13,2 en el de las mujeres.
Por su parte, la mortalidad asociada a la enfermedad es de 19,1 por cada 100.000 habitantes en el caso de las mujeres y de 16,5 en el de los hombres. Desde el año 2013, la tasa de mortalidad se ha incrementado un 3,7 por ciento en el caso de las mujeres y ha descendido un 4,1 por ciento en el de los hombres.