MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, y publicado en su revista científica ('NAMS'), ha demostrado la eficacia del ospemifeno y la terapia hormonal sistémica para tratar la atrofia vulvovaginal, así como la mejoría del microbioma vaginal.
Esto es posible porque, tal y como han detallado los expertos, este abordaje reduce las bacterias potencialmente dañinas y aumenta los microorganismos que promueven la salud. Se estima que la atrofia vulvovaginal ocurre en aproximadamente el 50 por ciento de las mujeres menopáusicas.
Esta condición crónica no tratada es el resultado de una reducción en los niveles de estrógeno circulante, lo que conduce a un adelgazamiento de las paredes vaginales y a una menor lubricación de la vagina. En última instancia, estas modificaciones conducen a síntomas como sequedad vaginal y dispareunia, que pueden asociarse con picazón y sensación de ardor. Los lubricantes y humectantes vaginales, así como los estrógenos vaginales, pueden brindar cierto alivio, según la gravedad de los síntomas.
Estudios más recientes sugieren que la composición del microbioma vaginal puede desempeñar un papel integral en la atrofia vulvovaginal. Y es que, en comparación con las mujeres sin este problema, el microbioma vaginal de las mujeres con atrofia leve o moderada suele caracterizarse por una marcada reducción de lactobacilos (microorganismos saludables), junto con un aumento de otras bacterias oportunistas como 'Gardnerell a', 'Streptococcus' y 'Prevotella'.
En este nuevo estudio, los investigadores intentaron comparar los perfiles del microbioma vaginal de las mujeres que sufren de atrofia vulvovaginal con los de las mujeres posmenopáusicas sanas para evaluar el efecto del ospemifeno (un modulador selectivo del receptor de estrógeno) y la terapia hormonal sistémica en la composición del microbioma vaginal.
Así, confirmaron que el microbioma vaginal de las mujeres con atrofia vulvovaginal difiere significativamente del de las mujeres posmenopáusicas sanas y que el ospemifeno y la terapia hormonal pueden conducir a una condición de bienestar vaginal al reducir las bacterias potencialmente dañinas y aumentar los microorganismos que promueven la salud.
"Este pequeño estudio muestra que tanto la terapia hormonal sistémica como el ospemifeno mejoran los signos de atrofia vulvovaginal e inducen cambios favorables en el microbioma vaginal, con diferentes efectos en la composición bacteriana vaginal. Las áreas de estudio futuro incluyen la evaluación de los cambios en el microbioma vaginal, los perfiles proteómicos y los marcadores inmunológicos con varios tratamientos y las asociaciones entre estos cambios y los síntomas genitourinarios", han zanjado los expertos.