Este robot elimina el factor humano en la colocación del implante.
19 dic. 2016 16:10H
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Un robot quirúrgico reduce al mínimo los riesgos en las cirugías de columna. Bajo el nombre de Renaissance, este sistema permite guiar al cirujano en los implantes de columna con mayor precisión y menor exposición a la radición. Esta tecnología, pionera en España, se ha aplicado en cientos de casos del centro Oliver Ayats Instituto del Hospital Teknon de Barcelona.
Los neurocirujanos Bartolomé Oliver y Emilio Ayats, afirman que con este sistema robótico el riesgo se reduce al mínimo ya que es el propio robot, el que desplazándose a lo largo de las vértebras de forma individual practica el abordaje guiado para la colocación exacta y fiable del implante, eliminando el factor de error humano. Por su parte, la cirugía convencional supone un riego en torno al 20 por ciento de malposición de prótesis.
“Las estructuras que generan el dolor de espalda son múltiples y diversas, el análisis concienzudo para determinar los generadores del dolor en cada caso es el aspecto prioritario para conseguir su solución”, asegura Bartolomé Oliver. “La estabilización dinámica de columna lumbar con tornillos transpediculares con el sistema robótico Renaissance, estabiliza el movimiento sin tener que sustituir el disco, ni fijar la columna, utilizando dispositivos que eliminarán el dolor y permitirán el movimiento controlado y natural de la columna vertebral”, explica Emilio Ayats.
Mejora la seguridad de los tratamientos
Renaissance consigue que incluso los casos más complejos tengan la misma seguridad que los casos normales. Con su uso, se benefician las fusiones vertebrales en la degeneración discal, estenosis de canal, fracturas vertebrales, cirugías de revisión por casos fallidos, estabilización dinámica de la columna lumbar, la escoliosis (desviación lateral de la columna vertebral), etc.
En concreto, su implantación se realiza a través de tornillos en la columna con la seguridad y precisión que ofrece el robot. Estos tornillos soportan a unos dispositivos flexibles -“amortiguadores”- que estabilizan la columna sin necesidad de fusionar las vértebras, descargando de presión las estructuras que generan el dolor, devolviendo la flexibilidad fisiológica a la columna. Este dispositivo dinámico se coloca a través de dos incisiones mínimamente invasivas sin dañar la musculatura con el fin de que su regeneración permita el dinamismo normal de la columna.
“Con el sistema de estabilización dinámica, concebido como un procedimiento de devolver a la columna su movilidad fisiológica, –afirma Bartolomé Oliver -, se consigue preservar y proteger las estructuras anatómicas naturales sin dañarlas utilizando un sistema no rígido. Además es una cirugía que podemos considerar reversible ya que no daña la columna y por lo tanto no elimina otras opciones presentes o futuras”.
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