Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
La
Comisión Europea (CE) ha aprobado este martes un
paquete de medidas que marcará el futuro digital de la Unión Europea. En él goza de especial protagonismo la
inteligencia artificial, a la cual se dedica un capítulo entero. En los planes que presenta la Comisión Europea se pone de manifiesto su intención de aumentar la regulación en sectores donde la
inteligencia artificial funciona en
situaciones de mayor riesgo, como puede ser el
sector sanitario.
En concreto, se ha diseñado un 'L
ibro Blanco de la Inteligencia Artificial' donde se establece que su legislación debe seguir la premisa "
a mayor riesgo, más regulación". Europa quiere un sistema regulatorio para la IA basado en el riesgo.
Entre los aspectos que se va a exigir a los productores de inteligencia artificial es mayor transparencia o que expliquen la función algorítmica entre otros aspectos. A su vez, Europa plantea que se desarrolle un
sistema de verificación de la seguridad de las herramientas de inteligencia artificial, de tal forma que todas aquellas empresas que
quieran acreditar a nivel europeo su seguridad puedan hacerlo de manera voluntaria. La Comisión Europea ha propuesto
cuatro centros de referencia para desempeñar esta labor.
La Comisión Europea propone dedicar 12.000 millones de euros a esta estrategia digital
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El objetivo de Europa con estas medidas es mejorar la confianza de los ciudadanos europeos en la inteligencia artificial, así como impulsar su "excelencia" técnica. Respecto a este último punto, lo que la comisión plantea es
federar los esfuerzos, ya que ningún Estado tiene la capacidad de trabajar por sí mismo en inteligencia artificial. La cooperación es necesaria y la estrategia digital de la CE plantea
impulsar la colaboración entre servicios públicos en este ámbito. También se va a promover que las universidades europeas punteras desarrollen formación en esta línea.
El enfoque de la inteligencia artificial que se hace desde la CE es que debe ser "
humanocentrista", algo para lo que este Libro Blanco sienta las bases principales.
Red europea de Big Data
Otro de los grandes proyectos que plantea el paquete digital de medidas que propone la comisión es la creación de una red europea de Big Data. A través de
supercomputadoras, se pretende crear un sistema que permita a los Estados miembros compartir datos sobre ámbitos como
la sanidad para favorecer la innovación médica. También se buscará mejorar el acceso de pequeños negocios al uso del Big Data.
El presupuesto para el conjunto de estas medidas alcanza los
12.000 millones de euros que saldrían directamente de las
arcas de la Unión Europea. La estrategia digital europea está centrada en el ciudadano y en el rol de Europa en el contexto político.
Lanza un mensaje fundamental:
los Estados no pueden trabajar solos en un ámbito como el Big Data, necesitan colaborar para sacar el máximo rendimiento a esta herramienta. El objetivo es federar los datos y utilizarlos en ámbitos como la salud, el transporte o la prevención de desastres naturales.
Empoderamiento del ciudadano
Este impulso al uso de Big Data vendría acompañado de una mejora de los derechos de los ciudadanos para compartir los datos. Los europeos
van a poder decidir si quieren o no compartir sus datos para dedicarlos a investigación médica en los hospitales.
El
Consejo y el
Parlamento Europeo deberán aprobar finalmente este paquete de medias, que supone la antesala de la Estrategia Industrial que presentará Europa en marzo.
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