La punción lumbar debe hacerse con sumo cuidado para no dañar la médula espinal, entre otros posibles riesgos.
Un nuevo estudio cambiará la forma de detectar el
virus del sida en el
cerebro, una ubicación del
patógeno que se refleja en
alteraciones cognitivas en los pacientes. Hasta la fecha, se realiza una
punción lumbar para confirmarlo; ahora, bastará un
escáner para apreciarlo.
En efecto, científicos de la
University College of London (UCL; Reino Unido) han desarrollado una forma de utilizar los escáneres de
imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) para identificar cuándo el
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) persiste en el cerebro a pesar del
tratamiento farmacológico efectivo.
El estudio, publicado en
Clinical Infectious Diseases, muestra que los
pacientes a veces portan el VIH en el
cerebro, incluso cuando la
enfermedad se mantiene bajo
control por el
tratamiento.
“Antes de que tuviéramos tratamientos eficaces para el VIH, el sida a menudo llevaba a la demencia y otros problemas en el cerebro”, ha explicado el autor principal, Ravi Gupta, del Departamento de Infección e Inmunidad en UCL y consultor honorario en
Enfermedades Infecciosas en el Hospital de Enfermedades Tropicales de
UCLH NHS Foundation Trust.
“Afortunadamente, esto es menos común ahora que podemos tratar el VIH; en todo caso,
hasta la mitad de los pacientes de VIH todavía informan de problemas cognitivos. Vemos evidencia de que el VIH se ha diseminado al cerebro en alrededor de entre el diez y el 15 por ciento de estos pacientes, pero en la mayoría de los casos los síntomas se reducen a otras causas”, ha subrayado.
“En este momento,
tenemos que realizar una punción lumbar para confirmarlo, lo que implica la inserción de una aguja en la espalda para extraer el líquido cefalorraquídeo y probar la presencia de VIH. Esto es un procedimiento
bastante invasivo que requiere que los pacientes permanezcan en el hospital durante varias horas. El nuevo estudio muestra que las imágenes de resonancia magnética ayudan a identificar a las personas de alto riesgo para realizarles más pruebas de seguimiento”.
Posibles problemas cognitivos
El equipo examinó los datos de
146 pacientes con VIH que fueron investigados por
problemas cognitivos entre 2011 y 2015. Hubo evidencia de que el VIH estaba activo en el cerebro en
22 pacientes (15 por ciento) y los pacientes cuyos cerebros mostraron
signos claros de cambio en la materia blanca eran diez veces más propensos a tener VIH en el cerebro que aquellos con apariencia normal de la sustancia blanca.
Estos cambios en el cerebro, llamados anomalías de la señal de la sustancia blanca, están relacionados con problemas cognitivos y pueden ser provocados por la inflamación en el cerebro causada por la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana.
“Los tratamientos contra el VIH han recorrido un largo camino, pero los pacientes cuyo VIH es suprimido por la medicación todavía padecen, a veces, problemas cognitivos
debido a la inflamación relacionada con el VIH”, ha advertido Gupta.
“Las imágenes de resonancia magnética pueden ayudar a diagnosticar a estos pacientes, ya sea mostrando un
elevado riesgo de problemas relacionados con el VIH o encontrar una causa diferente que pueda ser tratada –ha subrayado–. “Cuando el VIH se ha diseminado al cerebro, podemos cambiar el régimen de tratamiento para agregar medicamentos que crucen la barrera hematoencefálica más eficazmente para controlar la infección”, ha añadido.
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