David Abejón y Björn Carsten Schultheis.
La
Universidad Francisco de Vitoria ha acogido recientemente la undécima edición del
Curso Práctico Docente Enrique Reig sobre Cadáver de Intervencionismo en Dolor. La iniciativa se dirigía a anestesiólogos especializados en dolor, neurocirujanos y médicos interesados en aprender más sobre los últimos avances y técnicas intervencionistas probadas, especialmente en el ámbito de la estimulación. La ecografía y la fluoroscopia se erigieron en ejes del aprendizaje, sin olvidar conocimientos sobre
Neuroanatomía básica vinculados a las terapias del dolor. Para aplicar todo ello en el día a día con éxito, el secreto es sencillo: hacerlo despacito y con buena letra.
Según
David Abejón, jefe del Departamento de la Unidad de Dolor del
Grupo Quirónsalud Madrid, amén de director del curso, los conocimientos anatómicos para un médico que quiera especializarse en
intervención en dolor son claves en tanto en cuanto no conviene ir a ciegas a la hora a poner en práctica terapias concretas.
David Abejón, jefe del Departamento de la Unidad de Dolor del Grupo Quirónsalud Madrid.
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“Si aplicas técnicas a nivel cervical, debes de conocer todas las estructuras a cervicales y lumbares y, sobre todo, tener un conocimiento muy preciso del sistema nervioso periférico para saber, por un lado, qué inerva la estructura que tú quieres tratar y, por otro, qué complicaciones puedes tener”, resume el experto, que dirigió el curso junto a
Francisco Gómez Armenta, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital San Juan de Dios, de Córdoba, y director de la Unidad del Dolor del Hospital Virgen del Puerto, de Cádiz.
Durante las tres sesiones diarias en las que se dividió la iniciativa, se enseñó a los participantes a integrar múltiples aspectos de
ecografía y
fluoroscopia al tratamiento integral del dolor en las actuaciones con sus pacientes. Para ello se contó con la participación de otros cinco expertos:
Björn Carsten Schultheis, Miguel Barrera, Lidia Sotillos, Bruno de Fanti y Fernando Garrido.
Los conocimientos impartidos, sin embargo, fueron sólo los cimientos del edificio. Según Schultheis, que es director del departamento de terapia intervencionista del Dolor del
Hospital estadounidense de Newark, lo ideal es que cada facultativo “empiece directamente en su vida diaria poco a poco” todo cuanto haya aprendido en el curso: “Si hay una pausa muy larga, las cosas se complican”, asegura. Por ello, recomienda “hacer las cosas despacito y con cariño”: “Hay que tener un carácter modesto y, al mismo tiempo, tienes que tener el valor de caminar hacia adelante”, resume.
El futuro del intervencionismo en dolor
De cara al futuro, Abejón reconoce que avanzar en la evidencia en dolor “es complicado”. En cualquier caso, explica que, actualmente, se está apostando por impulsar análisis y recogidas de datos desde una perspectiva holística y “ver al paciente como una globalidad”, para tener en cuenta aspectos como “su calidad de vida y su
estado emocional”, más allá de partir de escalas de dolor numéricas y generalizadas.
Para Schulteis, las sondas “a nivel espinal o del ganglio, y también en
nervios periféricos” van a seguir teniendo un “papel importante” en los próximos 10 o 15 años. “Aparte de eso, estamos empezando a trabajar ya con
Medicina regenerativa, que, poco a poco, va a ganar importancia en el tratamiento del dolor crónico. Pero estamos hablando de aquí a 15 o 20 años”, avanza.
Björn Carsten Schultheis, director del departamento de Terapia Intervencionista del Dolor del Hospital estadounidense de Newark.
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