Jair Bolsonaro, presidente de Brasil
La
vacuna del Covid-19 en
Brasil no será "obligatoria". Así lo ha anunciado su presidente,
Jair Bolsonaro, aludiendo a los
"efectos secundarios" que puede tener este tratamiento y que todavía se desconocen. El dirigente considera además que la eficacia de la
vacuna china Coronavac, la única aprobada en el país, es una cuestión de suerte y solo deben ponérsela "aquellos que no han contraído la enfermedad".
"Como tirar una moneda al aire". En estos términos se refería Bolsonaro al
tratamiento de la farmacéutica china Sinovac, que comenzará a aplicarse a partir del miércoles en todo el territorio. "Esta vacuna tiene el
50 por ciento de eficacia. Es decir, como tirar una moneda al aire, 50 por ciento", aseguraba el mandatario, tras defender el uso de
otros "tratamientos" para combatir el virus. "No renuncie a los tratamientos previos. No se rindan. La vacuna es sólo para aquellos que aún no lo han cogido", afirmaba Bolsonaro en declaraciones recogidas por la prensa brasileña.
No es la primera vez que el líder brasileño se muestra
escéptico sobre el Covid-19 a pesar de haber padecido él mismo la enfermedad y estar al frente de
uno de los países más afectados en esta crisis, con más de 8.511.700 contagios y 210.300 fallecidos. De hecho, es el primero que ha rehusado
recibir el tratamiento.
Bolsonaro, acostumbrado a sembrar la polémica en sus discursos durante la pandemia, también dirigía sus críticas al gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, con quien ha tenido más de una disputa en relación a la vacuna. En este sentido, Bolsonaro ha dejado claro que el tratamiento es una cuestión estatal. "La vacuna es de Brasil, no de ningún gobernador, no, es de Brasil", manifestaba en su discurso.
Seis millones de dosis de la vacuna
Fue precisamente en Sao Paulo donde se aplicó este domingo la primera vacuna. Monica Calazans, una
enfermera de UCI del Hospital Emilio Ribas era la
primera ciudadana brasileña en recibirla, tan solo minutos después de que fuera aprobada de emergencia por la
Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria. El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, fue uno de los primeros en reaccionar negativamente, asegurando que se trata de una
"maniobra de marketing" y ciritanco el hecho de que se entregaran dichas dosis "sin haber hecho la liquidación" correspondiente con los depósitos federales.
"Podríamos, en un acto simbólico o en una maniobra de marketing, iniciar la primera dosis en una sola persona, pero por respeto a todos los gobernadores, alcaldes y todos los brasileños, el Ministerio de Salud no hará eso", denunció en referencia a este evento.
La campaña de vacunación comenzará oficialmente y de forma masiva el próximo miércoles, una vez repartidas los
6 millones de dosis de los que dispone el país en todos sus estados. El país espera complementar su aplicación próximamente con la llegada de la
vacuna de AstraZeneca.
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