Un facultativo haciendo uso del móvil.
La
tecnología está totalmente integrada en el día a día, tanto es así que del
móvil ya se ha pasado a los
relojes y pulseras inteligentes y todo tipo de dispositivos de los que se reciben avisos y
alertas de forma continuada. Este hecho puede provocar distracciones, despistes e incluso
fatiga, un síndrome que ya han empezado a padecer numerosos
médicos a lo largo de todo el mundo.
Según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, los profesionales sanitarios pueden recibir
cientos de alertas a lo largo del día. A pesar de que no hagan caso de la inmensa mayoría de ellas, sí que es cierto que pueden provocar la
pérdida de atención de los facultativos en determinados momento.
"Es un problema con el que están lidiando los
profesionales sanitarios y que está empeorando con el tiempo", tal y como ha señalado Bill Marella, director ejecutivo de operaciones de seguridad del pacientes y análisis del instituto ECRI.
Los hospitales toman medidas
Desde los propios hospitales y
sistemas de salud están tratando de evitar el número de alertas y mensajes que
Los expertos señalan que las distracciones pueden perjudicar a los pacientes
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envían a sus facultativos con el objetivo de que puedan concentrar su atención en los pacientes y no en los mensajes que reciben.
"El problema es que hay momentos en los que las
alertas provocan distracciones que pueden perjudicar al paciente", según ha señalado Morella. Por ello, los investigadores proponen que los facultativos, enfermeras y demás técnicos que centren su espacio de trabajo en los pacientes, dejando a un lado los dispositivos cuando sea prescindible.
Además, los hospitales y servicios se han puesto la meta de avisar cuando sea estrictamente necesario, es decir, que el busca y otros dispositivos no distraigan al
médico de su trabajo.
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